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EN LOS NACIMIENTOS Y SUEÑO

Las fases de la luna no te afectan en nada (aunque a las vacas sí)

Recientes investigaciones confirman que la alteración en el sueño que producen los ciclos lunares es ínfima e inocua.

La Luna tarda lo mismo en dar una vuelta a la Tierra que en completar un giro sobre sí misma, por eso siempre nos muestra la misma cara.

La Luna tarda lo mismo en dar una vuelta a la Tierra que en completar un giro sobre sí misma, por eso siempre nos muestra la misma cara. Gabriel Lascu en Flickr CC

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Aunque está claro que los hombres lobo no existen, la duda sobre si los seres humanos somos o no totalmente indiferentes a las fases de la luna ha rondado a los investigadores durante décadas.

Un equipo internacional de científicos ha indagado cómo afectan los ciclos de nuestro satélite a nuestros patrones de sueño. Recabando datos de 5.812 niños de los cinco continentes durante 28 meses (es decir, 28 ciclos lunares) los investigadores llegaron a la conclusión de que la duración del sueño nocturno durante la luna llena se reduce una media de 5 minutos, lo que supone una variación ínfima del 1% de las horas de sueño.

"Nuestro trabajo ofrece evidencias de que la luna no afecta al comportamiento de las personas", concluía el canadiense Jean-Philppe Chaput, principal autor del estudio dado a conocer en la revista 'Frontiers in Pediatrics'. Según Chaput, esa variación ínfima en la duración del sueño no tiene implicaciones clínicas ni supone ninguna amenaza para la salud.

No es el primer estudio que desbanca las creencias populares sobre los efectos de la luna llena en el ser humano. Hace cuatro años, científicos de la Universidad canadiense de Laval descartaron cualquier tipo de conexión entre las fases lunares y los trastornos psicológicos.

Trabajando con pacientes psiquiátricos de un hospital durante tres años, los expertos demostraron entonces que ni los ataques de pánico, ni la ansiedad, ni los trastornos del ánimo, ni tampoco los pensamientos suicidas variaban cuando la luna estaba en cuarto creciente, cuarto menguante o cuando lucía totalmente circular en el cielo. Y eso que, según comprobaron, la mayoría de médicos y enfermeros cree que la luna afecta a sus pacientes.

A lo que sí afectan las fases de nuestro satélite es al número de vacas que nacen. El mes pasado, sin ir más lejos, un estudio de la Universidad de Tokio reveló que el número de partos en las vacas lecheras es mucho mayor cuando en el cielo nocturno luce una redonda luna llena.

"Intentamos resolver con animales de granja algunas cuestiones difíciles de explorar en humanos", explicaba Tomohiro Yonezawa, coautor del trabajo. Y es que, aunque según Yonezawa su trabajo no tiene implicaciones directas sobre los nacimientos humanos, reconoce estar "deseando hacer más investigaciones porque este trabajo podría conducir a descubrimientos que se puedan generalizar a los partos humanos".

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