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¿No lograste ver las Delta Acuáridas? Te contamos cómo y cuándo puedes disfrutar de la próxima lluvia de estrellas
Las noches de verano se convierten en especiales cuando el cielo nos permite contemplar fenómenos naturales, como los elipses de luna, las lluvias de estrellas o el tránsito del planeta Mercurio. Te explicamos qué necesitas para ver la próxima gran lluvia de estrellas del verano y cuáles son los mejores días para hacerlo.
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La primera lluvia de estrellas del verano, las Delta Acuáridas, que recibe su nombre por la constelación de Acuario, ha tenido este lunes su máximo. Sin embargo, debido al alto brillo de la luna, prácticamente llena, no se pudo apreciar correctamente. Además, las estrellas fugaces fueron débiles. Por suerte, aún estamos a tiempo de encontrarnos con ellas estos días.
En una noche normal, se pueden apreciar varias estrellas fugaces, una o dos a la hora, pero en determinados meses del año esa posibilidad aumenta notablemente su cuantía, y da lugar a lo que se conoce como lluvia de estrellas, en la que podemos ver una estrella por minuto.
Las lluvias de estrellas se producen cuando la traza de partículas de polvo y rocas que dejan los cometas en su órbita entran en la atmósfera de la Tierra y se volatilizan produciendo un efecto luminoso: los meteoros. Por lo tanto, las Delta Acuáridas son una lluvia de meteoros, cuyo destello dura menos de un segundo.
Para poder observar este fenómeno astronómico, necesitamos total oscuridad, por lo que si la luna brilla mucho impedirá la observación de las estrellas. Y eso fue lo que ocurrió con la primera lluvia de meteoros. No obstante, tendremos otra oportunidad en agosto, cuando se den las perseidas, la lluvia de estrellas más famosa del verano. Según informa el Observatorio Astronómico Nacional, el máximo se prevé alrededor del 12 de agosto y la casi coincidencia con la luna nueva, que garantizará un cielo oscuro durante toda la noche, nos permitirá observar las llamadas lágrimas de San Lorenzo.
La hora más adecuada para apreciar este fenómeno es a partir de media noche y antes del amanecer. Se recomienda salir un poco de la ciudad para observarlas mejor, e ir a cualquier mirador o espacio natural libre de cualquier contaminación lumínica.
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