SUS SUPERORDENADORES SE FIJAN EN LUNAS DE EXOPLANETAS GIGANTES
La NASA busca vida extraterrestre en otras lunas
La mayor parte de los exoplanetas detectados son gaseosos de un gigantesco tamaño donde la vida es inviable. Sin embargo, en planetas como Júpiter y Saturno existen satélites con un gran potencial de habitabilidad. La búsqueda de exolunas ha comenzado.
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Hace no demasiados años, los únicos planetas que conocíamos eran los de nuestro propio sistema solar. Y, aunque los astrónomos creían que muchas de las estrellas de nuestro cielo tenían otros mundos, tan solo eran especulaciones.
Sin embargo, todo cambió en 1991: detectaron unas pequeñas oscilaciones en la estrella 51 Pegasi y todo encajaba con los modelos teóricos que indicaban que un planeta estaba orbitando a su alrededor.
Desde entonces, la detección de exoplanetas se ha disparado. En la actualidad, existen alrededor de 1.600 exoplanetas confirmados y otros 4.000 son candidatos a serlo.
Conocemos exoplanetas más pequeños que Mercurio y otros mucho más grandes que Júpiter. Sus años oscilan desde unas pocas horas hasta cientos de años.
Y estos son solo una pequeña fracción de los cien mil millones de exoplanetas que se cree que se extienden a lo largo de la Vía Láctea. Y ahora se abre un nuevo capítulo: la búsqueda de exolunas.
Un exoluna no es ni más ni menos que un satélite orbitando un exoplaneta. Todavía no se ha detectado ninguna, pero ya falta poco para encontrar la primera. Eso sí, en nuestra ciencia ficción ya aparecen algunas de ellas: Pandora en 'Avatar' o Endor en 'El retorno del Jedi' son algunos ejemplos cinematográficos.
No hay que desanimarse por el hecho de que la mayor parte de los exoplanetas detectados sean bestias gaseosas gigantescas con ambientes hostiles donde es poco probable que la vida florezca tal y como la conocemos.
Lo que no sabemos es si estos exoplanetas gigantes están acompañados de satélites. De estarlo, podríamos tener satélites similares a Europa en Júpiter o Titán en Saturno alrededor de estos exoplanetas, por lo que la idea de encontrar vida cobra significado, si lo analizamos como un sistema de exoplaneta-exoluna.
Va a ser muy complicado ver estas exolunas, pero los astrónomos están desarrollando modelos con ingeniosas técnicas indirectas. Los superordenadores de la NASA ya están trabajando y los resultados no tardarán en llegar. La caza de exolunas ha comenzado.
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