EL COMETA MÁS MEDIÁTICO LLEGA AL PERIHELIO
Philae y su cometa han 'rozado' el Sol
El cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko y sus invitados de honor, la sonda Rosetta y el lander Philae, han llegado esta madrugada al punto de máxima aproximación al Sol, esto es, al perihelio de la órbita, a 186 millones de kilómetros.
Publicidad
La sonda Rosetta y el cometa 67P/Churyumov-Gerasimenko han entrado en el punto de su órbita denominado perihelio, esto es, el punto más cercano al Sol. Ha sucedido esta madrugada y, según han confirmado desde la ESA, no ha habido problemas
.@ESA_Rosetta Ops Manager Sylvain Lodiot just confirmed: We passed the #perihelion2015 at 04:03 CEST. All #green! pic.twitter.com/of6AfFQIYe
— ESA Operations (@esaoperations) agosto 13, 2015
El perihelio de este cometa no es extremadamente cercano, ya que se sitúa a una distancia del Sol de 186 millones de kilómetros. Comparativamente, la Tierra viaja de media a unos 150 millones de kilómetros de nuestra estrella, por lo que este máximo acercamiento ha tenido lugar entre las órbitas de la Tierra y Marte.
"El perihelio es un momento importante en el calendario de cualquier cometa, y más aún para la misión Rosetta, ya que esta será la primera vez que una nave espacial sigue a un cometa de cerca en ese punto de su viaje", comentaba Matt Taylor, científico de la misión.
Debido a la energía solar que incide sobre el cometa, su hielo ha ido sublimando según se ha ido acercando al Sol, aumentando gradualmente el tamaño de su cabellera o coma, que ha tenido su máxima actividad durante el perihelio. Rosetta, que ha sido testigo de estos cambios graduales, estaba preparada para el momento con garantías: los impredecibles estallidos en la actividad son posibles, por lo que podría encontrarse un patrón aplicable al resto de cometas.
Muchos cometas sufren mucho en el perihelio hasta el punto de llegar a romperse en pedazos, como sucedió con el ISON en 2013, pero suele tratarse de cometas de muy largo período con órbitas extremadamente elípticas y perihelio sumamente cercano. No es el caso del Churyumov-Gerasimenko. De hecho, no se ha roto en perihelios anteriores y no se esperaba que se rompiera en éste. Lo que sí que estarán observando los científicos es la evolución de una fractura de 500 metros en la superficie para ver qué ocurre con ella tras el perihelio.
Por parte de Rosetta, no ha sido necesario realizar maniobras especiales ya que a nivel orbital es un punto más que no requiere cambios en la trayectoria más allá de los que se realizan normalmente. Lo que sí que hará, como en las semanas previas, será mantenerse a una distancia segura del cometa para evitar interacciones con el polvo que pudieran perjudicar el funcionamiento de la misión.
Y por parte de Philae, se espera que cuando se vuelva a comunicar con Rosetta nos pueda enviar sus datos.
Publicidad