ASTRONOMÍA
Reconstruyen en tres dimensiones el increíble corazón de una supernova
Un estudio con participación española ahonda en el proceso de formación de polvo cósmico como consecuencia de la explosión de una estrella. Las nuevas moléculas constituyen el material de construcción de los planetas.
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Hace poco más de 30 años los astrónomos avistaron por primera vez un increíble espectáculo cósmico: la explosión de una estrella moribunda situada a unos 163.000 millones de años luz. El fulgor de esta supernova, equivalente al de 100 millones de soles, la convirtió en el primer estallido de este tipo observable para el ojo humano en casi 400 años.
Ahora un equipo internacional de científicos, entre los que figura un investigador de la Universidad de Valencia, ha obtenido una imagen aún más íntima de la bautizada como supernova 1987A: estos expertos en astronomía y astrofísica han ahondado en las profundidades del corazón de la estrella y estudiado el origen químico de los nuevos cuerpos cósmicos que se forman en su interior.
Según reflejan en dos estudios, publicados en 'The astrophysical journal letters' y 'Monthly notices of the royal astronomical society', los potentes instrumentos del observatorio astronómico ALMA (en Chile) y los datos del telescopio espacial Hubble les han permitido analizar y reconstruir en 3D la estructura de las nuevas moléculas que se formaron en el seno de aquella asombrosa explosión.
Aunque las supernovas –las intensas explosiones con que terminan sus días las estrellas supermasivas– suelen asociarse con destrucción, también producen polvo cósmico que, cuando se fría, constituye el material de construcción de nuevos planetas y estrellas.
Los resultados han revelado además la presencia de moléculas y estructuras químicas que nunca antes habían sido detectados en este tipo de fenómenos. Este hallazgo supone un importante hito que podría cambiar las teorías actuales sobre cómo se forma el polvo cósmico y los compuestos químicos dentro de las supernovas. “Pone en entredicho nuestras asunciones de que estas explosiones destruyen todas las moléculas y el polvo que están presentes en una estrella”, ha explicado al respecto Mikako Matsuura, coautor del trabajo.
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