SE VEÍA HASTA CON PRISMÁTICOS
Así ha sido la noche en que Saturno ha estado 'cerca'
Que un planeta esté 'en oposición' significa que es el mejor momento para observarlo, ya que es el momento en el que más cercano está y además es visible durante toda la noche. Y eso ha pasado con Saturno esta pasada noche
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Cuando la Luna está llena es porque se alinean el Sol, la Tierra y nuestro satélite. Astronómicamente hablando, la Luna se encuentra en el punto de oposición. Pero esto no sucede solo con la Luna, sino también con todos los planetas más alejados del Sol que el nuestro: Marte, Júpiter, Saturno y Neptuno también tienen oposición. Además, en el caso de los planetas coincide que el punto de oposición es el más cercano a nosotros, con la excepción de Marte que tiene una diferencia de unos días debido a la excentricidad de su órbita con respecto a la nuestra.
También ocurre que al estar alineados Sol - Tierra - planeta, en el momento del anochecer es cuando el planeta en cuestión aparece por el horizonte, ocultándose en el momento de la salida del Sol del día siguiente.
Por tanto, en la oposición de un planeta coinciden dos factores: máxima cercanía y visibilidad durante toda la noche. Conclusión: es el mejor momento para observarlo.
Durante la noche del 22 al 23 de mayo ha tenido lugar la oposición de uno de los planetas que más gusta observar: Saturno. Por tanto, ha sido el momento de levantar la vista al cielo y, en la medida de lo posible, desempolvar los prismáticos o telescopios para observarlo.
A simple vista se ha podido observar a Saturno junto a la constelación del Escorpión en el horizonte sureste, donde destaca la estrella roja Antares. Saturno se puede identificar fácilmente por su color entre pardo y rojizo y, también porque su brillo no titila como el de las estrellas, habiendo cierto parecido tanto en brillo como en color entre el planeta y la estrella roja apodada "el corazón del escorpión" por los astrónomos árabes.
Con unos prismáticos de tamaño medio hemos podido apreciar las 'orejas' que vio Galileo con su pequeño telescopio, intuyendo que había algo que rodeaba al planeta. Si los prismáticos eran de mayor potencia, hemos podido incluso apreciar un anillo a su alrededor.
Si lo que teníamos era un telescopio, ahí podríamos apreciar claramente los anillos de Saturno y, como ejercicio de nota, apreciar la división de Cassini, que es la separación entre los anillos A y B. Los 4.800 kilómetros de anchura hacen que sea apreciable por los telescopios en una noche limpia.
Además, se han podido apreciar algunos de los satélites que rodean al planeta de los anillos, destacando Titán entre todos ellos, además de Rea, Japeto, Tetis y Dione.
Y si se te ha escapado la cita, siempre te podrás asomar al cielo, mirar Saturno y pensar que allí, a 1.345 millones de kilómetros hay un ingenio creado por el ser humano llamado Cassini que nos envía diariamente información sobre el planeta, sus lunas, y de vez en cuando nos sorprende con una imagen.
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