Sigue en directo la muerte de Cassini: La sonda pone fin a su misión estrellándose contra Saturno

La sonda Cassini ha dado sus últimos coletazos a medida que la NASA pierde su señal. Tras 2,5 millones de comandos ejecutados, 635 GB de datos científicos recogidos, 6 satélites descubiertos, 162 sobrevuelos a las lunas de Saturno, 294 órbitas completadas, 3.948 publicaciones científicas, 453.048 imágenes tomadas y 7.800 millones de kilómetros recorridos desde su lanzamiento, poco más le quedaba por hacer.

El final empezó en realidad el pasado 21 de abril, cuando la sonda realizó un sobrevuelo programado al satélite Titán. Entonces se situó en una trayectoria balística tal que realizaría 22 órbitas alrededor de Saturno pasando, todas ellas por el hueco existente entre el planeta y los anillos. Y todo ha funcionado: aunque había cierto temor por la integridad de la sonda al visitar esa zona desconocida, su último periplo ha sido un éxito.

El final de Cassini

El pasado 9 de septiembre Cassini hizo el último paso entre Saturno y los anillos y luego inició un vuelo lejano sobre Titán que ralentizó su trayectoria para poner rumbo directo al planeta.

Este viernes, Cassini se sumerge en la atmósfera de Saturno con prácticamente todo su instrumental apuntando a la Tierra para que no nos perdamos detalle de esa inmersión que para nosotros supone apenas un par de minutos: es el tiempo desde que la sonda entra en la atmósfera hasta que la presión atmosférica afecta a los propulsores.

Una vez perdido contacto, adiós Cassini: en cuestión de segundos, a causa de la fricción atmosférica, llega la desintegración como un gran meteoro en los cielos del lejano planeta.

Recordemos que la sonda fue lanzada en 1997, llegando al sistema de Saturno en 2004 como una misión conjunta NASA-ESA llamada Cassini-Huygens. Mientras que Cassini quedó orbitando Saturno, Huygens logró aterrizar en Titán, transmitiendo datos desde la superficie.

La era Post-Cassini

A partir de ahora, la era post-Cassini estará marcada por el estudio de la habitabilidad de satélites helados, tanto del sistema solar como de sistemas exoplanetarios -esto último cuando estemos en disposición de hacerlo, claro-.

Es por eso que la misión Europa Clipper de la NASA ha aprendido de Cassini y explorará Europa, satélite de Júpiter, con una sólida base de todo lo analizado de Encélado, ya que son satélites muy similares salvando las distancias. Además, gracias a los sobrevuelos a Titán se conoce mejor el ciclo del metano y sus posibilidades para crear un entorno habitable.

Además, el conocer tantos detalles de un planeta gaseoso como Saturno ha permitido crear modelos que no sólo son aplicables al resto de planetas gaseosos del sistema solar, sino también a los gigantes gaseosos detectados en otros sistemas.

Con todo esto, y como suele decirse cuando marchas a casa después de una grata estancia vacacional, 'tenemos que volver'... a Saturno. Y tenemos que hacerlo porque todavía quedan preguntas sin responder, y regresar allí con todo lo aprendido nos hará descubrir cosas que ahora ni tan siquiera podemos imaginar.