Las bebidas con edulcorantes, aunque no tengan calorías, también perjudican tu cerebro

Cada vez son más las evidencias científicas que nos alertan de que el exceso de bebidas azucaradas puede afectar seriamente a nuestra salud y a nuestra calidad de vida. Una investigación publicada recientemente en la revista Alzheimer’s & Dementia demostró que su consumo frecuente puede deteriorar la memoria e incluso reducir el volumen del cerebro.

Pero, antes de cambiarte a las ‘bebidas light’, quizá deberías saber que estas contienen edulcorantes artificiales y otros compuestos destinados a sustituir el agradable sabor del azúcar y cuyos efectos sobre la salud son aún bastante desconocidos. Un estudio recientemente publicado en la revista Stroke mostró relación entre el consumo diario de este tipo de bebidas y el riesgo de padecer un ictus o demencia.

Para llegar a estos resultados, los investigadores midieron la ingesta de bebidas de los participantes a lo largo de siete años y registraron su salud durante diez. En concreto, buscaron evidencias de accidentes cerebrovasculares en personas mayores de 45 años y de demencia en mayores de 60. Como ya hemos dicho, las personas que bebían por lo menos un refresco dietético al día tenían casi tres veces más probabilidades de desarrollar estas afecciones. Lo sorprendente fue no encontraron una correlación clara cuando las bebidas eran azucaradas.

“Los resultados son sorprendentes. Trabajos previos sí que habían conectado las bebidas de dieta con el riesgo de accidente cerebrovascular, pero no con la demencia”, explica Mathew Pase, otro de los autores. ¿Explicaciones? Se barajan varias hipótesis, por ejemplo que los edulcorantes artificiales provoquen una alteración de las bacterias intestinales, pero afirma que “se necesita investigar más para averiguar los mecanismos subyacentes”.

Se deben interpretar los resultados con precaución

Los autores del trabajo matizan que estos resultados muestran una correlación, pero no una relación causa-efecto clara. Es decir, que aunque los científicos recomiendan no pasarse con las bebidas refrescantes – ya sean azucaradas o dietéticas, a la luz de estos estudios y de otros que se van acumulando-, es necesario investigar más para determinar en qué medida estas sustancias dañan nuestro organismo.

“Estos estudios no son concluyentes, pero muestran datos sólidos y una sugerencia seria”, explica Sudha Seshadri, profesora de neurología en la Universidad de Boston y autora de ambos trabajos. “Parece que las bebidas azucaradas no nos aportan mucho, y que sustituir el azúcar con edulcorantes artificiales tampoco soluciona el problema”, afirma la experta. “Quizá tendríamos que empezar a acostumbrarnos de nuevo a beber agua, esa bebida pasada de moda”, bromea.