CONTAMINACIÓN DEL MAR
Casi todas las tortugas marinas tienen plásticos en su aparato digestivo
La Fundación CRAM evalúa cada año el estado de la contaminación marina y cómo impactan los plásticos en la vida de las tortugas.
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Un 92 % de las 70 tortugas marinas atendidas el año pasado por el Área de Clínica y Rescate de la Fundación CRAM de El Prat de Llobregat (Barcelona) tenían macroplásticos en su aparato digestivo.
La fundación ha hecho públicos los resultados del cuarto año del estudio para conocer el estado de contaminación marina con la tortuga marina como bioindicador, un trabajo que hace en colaboración con la Quadpack Foundation.
Durante el año 2022, la Fundación CRAM atendió 69 ejemplares de la especie 'Caretta caretta' y uno de 'Chelonia Mydas', la tercera tortuga de esta especie ingresada viva en la historia del centro.
De éstas, los biólogos marinos de la fundación obtuvieron 54 muestras, entre heces y contenido digestivo, en las que apareció plástico a nivel macroscópico en el 92,6 % de los casos.
Los técnicos de la Fundación CRAM han recordado que las tortugas marinas tienden a ingerir desechos plásticos o a enredarse en ellos, tienen una gran distribución espacial y nadan desde el fondo a la superficie, lo que las hace un gran bioindicador del estado de contaminación de los mares.
De los restos de plástico encontrados en las heces de las tortugas analizadas el año pasado, el más habitual fue el tipo lámina (31 %), seguido de filamentos (14 %) y de fragmentos plásticos (11 %), mientras que en la totalidad de las siete necropsias hechas a tortugas el año pasado encontraron restos plásticos.
Los biólogos han puntualizado que la acumulación de plásticos en el tracto digestivo no fue la causa de la muerte de estos ejemplares, pero en varios casos sí produjo enteritis severa, lo que produce dolor, anorexia y compromete inmunológicamente al animal.
"Este hecho podría ser la causa de que sean más susceptibles a amenazas, principalmente el ser capturadas accidentalmente por arrastre, suponiendo un problema para su salud y su conservación", han señalado los especialistas del CRAM, que también atendieron el año pasado a dos tortugas marinas con mallas enredadas en sus aletas, a una de las cuelas le tuvieron que amputar una.
En este sentido, han recordado que "es fundamental que, en el caso de encontrar un animal enredado, nunca se debe retirar el material causante del enmallado, y se debe llamar inmediatamente al 112 para procurar una asistencia veterinaria que aumente las posibilidades de recuperación del animal".
"La magnitud del problema de los plásticos en mares y océanos es tan grande que probablemente todavía tardaremos décadas en vislumbrar una reducción de su presencia en el medio natural", han advertido los técnicos del CRAM.
"Estos altos porcentajes de restos plásticos en su interior indican que el mar contiene gran cantidad de residuos de este tipo, y esto influye no sólo en la vida marina, sino en la vida de todos los habitantes del planeta, ya sea por consumo de productos del mar como por el ciclo del agua", han concluido.
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