BIOLOGÍA MOLECULAR

Científicos descubren una pista oculta para saber cuándo murió un cadáver congelado

Históricamente, los científicos han estimado el momento de la muerte observando los cambios físicos y biológicos post mortem en el cuerpo, como el endurecimiento, la acumulación de líquido y el enfriamiento.

Persona congelada

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¿Alguna vez te has preguntado qué le sucede a un cadáver en un ambiente extremadamente frío? Calcular el momento de la muerte es una tarea compleja. Desempeña un papel importante en las investigaciones forenses, ya que puede brindar información fundamental sobre la cronología de los eventos que llevaron a la muerte de una persona.

En la escena de una muerte intervienen multitud de factores, desde las condiciones ambientales hasta el estado de salud del individuo antes de la muerte.

Históricamente, los científicos han estimado el momento de la muerte observando los cambios físicos y biológicos post mortem en el cuerpo, como el endurecimiento, la acumulación de líquido y el enfriamiento.

Sin embargo, estos métodos están limitados por su variabilidad y dependencia de factores externos. El cálculo del intervalo post mortem se volvió más preciso con la llegada de la biología molecular.

Ahora, un grupo de científicos forenses que lideran los programas forenses de la Universidad de Dakota del Norte y la Universidad de Central Lancashire ha descubierto que estudiar los microbios involucrados en la descomposición podría predecir el tiempo transcurrido desde la muerte en condiciones de frío extremo con gran precisión.

La investigación se llevó a cabo en Grand Forks, Dakota del Norte, una de las ciudades más frías de Estados Unidos, donde los inviernos se caracterizan por temperaturas que pueden bajar hasta -40 grados y fuertes vientos que pueden alcanzar hasta 50 kilómetros por hora.

El estudio se centró en identificar patrones comunes en los cambios microbianos que ocurren durante la descomposición en ambientes de frío extremo. Durante un período de 23 semanas, los expertos recolectaron y analizaron 393 muestras de microbios del interior y el exterior de las narices de cerdos muertos cubiertos de nieve. Y es que los cerdos se descomponen de manera similar a los humanos.

"Descubrimos que las especies bacterianas Psychrobacter, Pseudomonas y Carnobacterium pueden predecir mejor el tiempo después de la muerte en condiciones invernales extremas hasta seis meses después de la muerte, con un margen de error de poco más de nueve días", explicaron los expertos.

Se dieron cuenta de que las distintas especies bacterianas son más abundantes en distintos intervalos de tiempo. Por ejemplo, los niveles de Psychrobacter aumentan cinco semanas después de la muerte y son más abundantes a las 10 semanas, mientras que las Pseudomonas aumentan entre cinco y nueve semanas y alcanzan un pico a las 18 semanas.

"Nuestro estudio demostró que la descomposición no se detiene por completo ni siquiera en ambientes fríos. El estudio del microambiente (las condiciones locales que rodean al cuerpo, incluida la temperatura, la humedad y la actividad microbiana) puede revelar información crucial sobre el proceso de descomposición", concluyeron.

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