Cómo afecta la temperatura del mar a la aparición de medusas

Todos los veranos grandes cantidades de medusas rondan las playas españolas ante la atenta mirada de cientos de turistas que las observan desde la orilla. Pero estos movimientos masivos de medusas no son gratuitos, ya que responden a una tendencia térmica.

Y es que factores medioambientales como el clima, los cambios meteorológicos o de las corrientes marinas superficiales, que son las culpables de arrastrarlas hasta la orilla. Es por eso que, en España, los avistamientos de medusas en las costas comienzan a principios de primavera y finales de verano, un periodo de disminución de lluvias, aumento de la radiación solar y de mucha variación en la temperatura del agua, principal factor que provoca la aparición de estos animales.

De hecho, las altas temperaturas en el agua marina no solo facilitan el hecho de que salgan a la superficie, sino que favorece el hecho de que se queden ahí.

¿Qué hacer si nos encontramos con una medusa?

Mucha gente quizá no sepa qué hacer cuando consigue avistar una medusa en la playa, siendo los primeros impulsos salir corriendo o incluso darle con algún objeto si se encuentra varada en la orilla. Los pasos a seguir en estos casos son:

• Avisar a los demás bañistas: Cuando se ve una medusa hay que avisar al resto de personas para que cuenten con ello y tengan igual cuidado.
• Salir del agua: Es importante no salir del agua corriendo, puesto que el animal puede asustarse y picarnos en defensa propia. Es por esto que hay que salir tranquilos, e incluso puede ser útil mover los pies para levantar arena, lo que espantará al animal.
• Avisar a un socorrista: Una vez fuera del agua es necesario avisar a los socorristas para que puedan retirar al animal y no presente ningún peligro más para los bañistas.

Independientemente de esto, se recomienda informarse antes de acudir a las playas, por internet o revisando las señales, ya que hay playas fijas por la continua presencia de medusas. En estas playas se recomienda llevar calzado si se va a caminar por la orilla para evitar posibles contactos con ellas, no tocar ningún elemento extraño cerca del agua, ya que muchas veces se pueden confundir con bolsas de plástico y darse cuenta de las condiciones climáticas, ya que los días de mucho viento estas son arrastradas a la orilla.