Cuidado con teñirte el cabello: puede afectar tu vista

El uso de tintes para el cabello se remonta al menos a 4000 años. Hay evidencia de las tumbas reales egipcias sugiere el uso de henna para teñir el cabello y las uñas. En la época del Imperio Romano, el cabello gris se oscurecía peinándolo con peines de plomo sumergidos en vinagre. Actualmente muchos de los tintes utilizados en la industria de belleza contienen aminas aromáticas primarias, una materia prima importante utilizada en la producción de muchos productos básicos de la industria farmacéutica, para pesticidas, explosivos, polímeros epoxi, caucho, productos de poliuretano aromático, maquillaje y... tintes.

El problema es que muchas aminas aromáticas tienen una naturaleza cancerígena probada o sospechada y están clasificadas como altamente tóxicas, por lo que existe una variedad de riesgos potenciales para la salud, que han dado lugar a regulaciones mundiales.

Cuando las personas se tiñen el cabello, algunas de las sustancias químicas en su composición pueden absorberse en pequeñas cantidades a través de la piel o inhalarse a través de los vapores que se encuentran en el aire. Y esto eleva las posibilidades de producir diferentes tipos de cáncer (leucemia, linfomas, de vejiga y de mama) debido a las mutaciones celulares de estos compuestos en nuestro ADN. Y a eso ahora habría que sumarle otro efecto más: la retinopatía.

Esta enfermedad, en verdad, engloba a todas aquellas dolencias no inflamatorias que afectan a la retina. Las más comunes son la retinopatía hipertensiva, una complicación de la retinosis pigmentaria y de la hipertensión arterial y la retinopatía diabética. En nuestro país cerca de 300.000 personas están afectadas por esta enfermedad. Pero podrían ser muchas más.

El problema está causado principalmente por el daño que reciben los vasos sanguíneos que van desde el tejido sensible a la luz que se encuentra en el fondo del ojo. Los daños pueden provocar una pérdida de visión considerable e irreversible.

En 2022, un estudio científico señaló el caso de tres mujeres con retinopatía provocada por tintes capilares. El problema es que se trata de formas mínimas de esta enfermedad y estén infradiagnosticadas, ya que la pérdida visual asociada suele ser leve y, por lo tanto, esta afección debe considerarse cuando los pacientes refieren visión borrosa. "El objetivo del estudio – señalaron los autores - fue analizar si en la población actual que se tiñe el cabello se pueden inducir formas mínimas que pasan desapercibidas por las retinopatías".

Ahora, un nuevo estudio, publicado en Jama y liderado por Nicholas Chirpaz, del área de oftalmología de la Universidad de Lyon, vuelve a poner el foco sobre este problema que podría ser más frecuente de lo que pensamos.

El equipo de Chirpaz detectó retinopatías en tres mujeres que se habían teñido el cabello con productos que contenían aminas aromáticas. "La retinopatía se describió como desprendimientos de retina serosos bilaterales múltiples (SRD) y se resolvió unos meses después de dejar de teñirse el cabello", explica el estudio.

Esta afección es probablemente poco común, pero también puede estar infradiagnosticada, sostiene el equipo de Chirpaz. Debido a que la visión borrosa provocada por las aminas desaparece a los pocos meses, muy pocas personas y profesionales sanitarios, vinculan el acto de teñirse con las consecuencias en la vista.

Y esto es fundamental teniendo en cuenta que, en la Unión Europea, un 60% de las mujeres y hasta un 10% de los hombres, se tiñen el cabello entre 6 y 8 veces por año. Esto suma unos 300 millones de personas.

"La retinopatía provocada por las aminas aromáticas puede ser poco frecuente o estar infradiagnosticada – concluyen los autores -. Sin embargo, la identificación de esta patología puede permitir considerar rápidamente la eliminación de la exposición a dicho tinte para el cabello en un intento de limitar el daño persistente y a largo plazo".

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