VIRAL EN REDES SOCIALES
¿Dejar de fumar engorda? El motivo del cambio físico de David Bustamante
El cantante ha sido motivo de debate en redes sociales tras un vídeo viral de su último concierto en Ponferrada.
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El pasado fin de semana David Bustamante dio un concierto en Ponferrada, León. Al día siguiente, comenzó a hacerse viral en redes sociales. Pero no por el espectáculo en sí, sino por su cambio físico. Una imagen del cantante comenzó a circular por redes sociales como X acompañada de comentarios de los usuarios como "me ha costado reconocerle".
Tras todo el revuelo que se ha formado, el cántabro no ha dudado en declarar públicamente que su cambio físico es el resultado de haber dejado de fumar y que "es lo más normal en esas situaciones".
¿Por qué se engorda al dejar de fumar?
Según una investigación presentada en el Congreso Europeo sobre Obesidad (ECO) el pasado mes de mayo, los fumadores tienden a comer menos y tener hábitos alimentarios menos saludables que los no fumadores, lo que podría ayudar a explicar por qué los fumadores a menudo aumentan de peso cuando dejan de fumar.
El estudio sugiere que la nicotina contenida en el tabaco puede suprimir el apetito e influir en la conducta alimentaria posterior.
Según el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos, cuando se deja de consumir regularmente nicotina, las personas fumadoras ganan de media entre 3 y 8 kilos aproximadamente. No obstante, hay un 10% de fumadores que pueden llegar a ganar 14 kilos. Este proceso puede durar varios años, aunque la mayor parte se engorda en los seis meses posteriores a dejar de fumar.
Además, al dejar de fumar es probable que la ansiedad que te genera el fumarte un cigarro la sacies con la comida.
Sin embargo, por mucho que se engorde, los beneficios de dejar de fumar son mucho mayores.
Fumar también engorda
Un estudio llevado a cabo por la Universidad de Copenhague en marzo aseguró que el consumo de tabaco lleva consigo un aumento de la grasa abdominal. Sobre todo aumenta la grasa visceral, es decir, la que se encuentra rodeando órganos internos, como el hígado.
Las altas concentraciones de esta grasa, que es la más peligrosa, se asocian a multitud de enfermedades, sobre todo cardiovasculares y metabólicas, como la diabetes.
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