MEDICINA REGENERATIVA

Desarrollan un "pegamento celular" que ayudaría a curar heridas y regenerar tejidos dañados

Investigadores de la Universidad de California en San Francisco han creado unas moléculas que dirigen cómo las células se unen entre sí.

Herida en el codo

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Un equipo de la Universidad de California en San Francisco, Estados Unidos, ha diseñado unas moléculas que actúan como "pegamento celular". Estas podrían ayudar a regenerar tejidos dañados y cerrar heridas, puesto que son capaces de dirigir cómo se unen las células.

Normalmente, las moléculas adhesivas se encuentran de forma natural en todo el cuerpo. Estas son las encargadas de mantener juntas las células que dan forma al organismo, guiando también a las células inmunitarias hacia sus objetivos.

Los investigadores de la UCSF han estudiado esta comunicación celular y han presentado, en un estudiopublicado en 'Nature', unas células que han creado y contenían moléculas de adhesión personalizadas y capaces de crear conjuntos multicelulares complejos.

Regenerar las conexiones entre células

Los tejidos y órganos corporales comienzan a formarse en el útero y continúan desarrollándose durante la niñez. Sin embargo, en la adultez hay tejidos, como los nervios, que no pueden curarse si enferman o se lesionan.

"Pudimos diseñar células de una manera que nos permite controlar con qué células interactúan y también controlar la naturaleza de esa interacción", ha señalado uno de los autores del estudio, Wendell Lim, a la UCSF.

Las propiedades de cada tejido corporal están determinadas por cómo se organizan las células que los forman. Por eso, los investigadores se centraron en idear formas de controlar esta organización de células. Por ejemplo, en un órgano las células están juntas y muy unidas, pero en el sistema inmunitario las células fluyen por los vasos sanguíneos hasta alcanzar el patógeno o la herida.

Para dirigir esa cualidad de unión celular, los científicos diseñaron unas moléculas de adhesión en dos partes. Una parte de la molécula actuaba como receptor en el exterior de la célula y determinaba con qué otras células interactuaría. Una segunda parte, dentro de la célula, sintonizaba la fuerza del vínculo que se formaba. Las dos partes se podían mezclar y combinar de forma modular, creando una matriz de celdas personalizadas que se unen de diferentes maneras en todo el espectro de tipos de celdas.

De cara al futuro, este hallazgo representa un gran paso hacia la construcción y reconstrucción de tejidos y órganos. También a la cura de grandes heridas o lesiones y a recuperar los nervios dañados o lesionados.

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