CÁNCER CEREBRAL
Descubren una nueva terapia contra el gioblastoma
En España se diagnostican unos 1.300 casos nuevos cada año de este tipo de cáncer del tejido cerebral.

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El glioblastoma es un tipo de cáncer que nace en las células del tejido cerebral y puede ser primario (cuando se origina de las propias células del cerebro) o metastásico (10 veces más frecuente que los anteriores). En nuestro país se detectan unos 1.300 casos nuevos cada año y su pronóstico es bueno siempre que se detecte en personas menores de 40 años y en tumores de menos de 6 centímetros. En general, si se extirpa toda la parte tumoral, los tumores de grado 1 y algunos de grado 2 pueden curarse solo con cirugía. Pero debido a que la mayoría son metastásicos, siguen siendo uno de los cánceres más difíciles de tratar, resistiendo incluso los últimos avances en inmunoterapia.
Ahora, un nuevo estudio, de la Universidad de Miami, sugiere una solución: la supresión de una proteína llamada ZNF638. Esta desencadena una respuesta inmunitaria antiviral, lo que aumenta la eficacia de los inhibidores tumorales.
El descubrimiento, liderado por Ashish H. Shah, no solo ofrece una posible nueva estrategia de tratamiento, sino que también identifica a ZNF638 como un biomarcador que podría ayudar a personalizar la inmunoterapia para cada paciente.
La inhibición de los puntos de control inmunitario se ha utilizado con éxito para tratar más de una docena de cánceres, pero debido a que los cánceres cerebrales se encuentran en un entorno inmunosupresor tan fuerte, el tratamiento ha fracasado en gran medida en los intentos individuales hasta la fecha. "Los tumores cerebrales son uno de los enemigos más formidables de la medicina – señala Shah -. Nuestras opciones de tratamiento actuales son simplemente insuficientes. Para muchos otros cánceres, las inmunoterapias han revolucionado el campo, pero en el caso de los tumores cerebrales, no hemos observado la misma mejora. Al menos, todavía no".
Descubrir qué podría hacer que las terapias de puntos de control inmunitario sean más efectivas, o incluso efectivas, para los pacientes con glioblastoma es fundamental para comprender cómo tratarlos mejor. Y la clave, según el equipo de Shah, está en el mimetismo viral podría ser la respuesta.

El objetivo del mimetismo viral es engañar al organismo para que piense que el tumor tiene una infección viral, lo que desencadena una respuesta inmunitaria. Durante millones de años, el genoma humano ha recopilado fragmentos de virus llamados retrovirus endógenos humanos. Generalmente, nuestro organismo silencia estos genes retrovirales mediante diversos mecanismos, en particular el complejo proteico HUSH.
En el mimetismo viral, los expertos inducen al cuerpo a "desactivar" estos fragmentos virales inactivos. Estos fragmentos antiguos no son lo suficientemente fuertes como para causar una infección viral real, pero aun así desencadenan una respuesta inmunitaria antiviral. Esta respuesta antiviral puede hacer que los tumores sean más susceptibles a las inmunoterapias.
"Estamos utilizando la evolución para atacar los tumores – añade Shah -. El mimetismo viral se utilizó con éxito por primera vez en 2015 para aumentar la susceptibilidad del cáncer de ovario. Desde entonces, se ha empleado en al menos otros cuatro tipos de cáncer, y es un área de investigación en rápido desarrollo. Sin embargo, no se había aplicado con éxito a tumores cerebrales hasta ahora".
La pregunta para Shah y su equipo, entonces, era cómo podrían utilizar el mimetismo viral para que los inhibidores de puntos de control inmunitario funcionaran en el glioblastoma. Para ello, recurrieron a ZNF638, un regulador clave del grupo de proteínas que mantienen silenciados a los retrovirus. Al suprimir ZNF638 en el tumor, podrían generar una respuesta de mimetismo viral, abriendo la puerta a inhibidores de puntos de control inmunitario que finalmente podrían tratar eficazmente el glioblastoma.
"Los hallazgos más sorprendentes se encontraron en los datos clínicos, donde los pacientes con baja expresión de ZNF638 tuvieron mejores respuestas a la inmunoterapia – afirma Jay Chandar, coautor del estudio -. Eso respaldó firmemente nuestra idea de que la inhibición de ZNF638 haría que los tumores fueran más susceptibles a la inmunoterapia. Soy optimista de que esto podría mejorar el pronóstico de los pacientes con glioblastoma. Realmente estamos cambiando las reglas del juego. Un tratamiento sinérgico como este es el futuro de la inmunoterapia en el tratamiento del glioblastoma".
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