EN NUEVA ZELANDA

Descubren el origen de un extraño sonido en las profundidades del océano grabado en 1982

Uno de los científicos que grabaron el sonido cree que podrían ser una conversación.

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En 1982, un grupo de científicos de Nueva Zelanda realizaron un experimento para mapear el paisaje acústico de la cuenca del sur de Fiji. Durante esos días encontraron algo que no esperaban: sonidos repetitivos, descritos como una serie de cuatro breves ráfagas que se asemejaban a un graznido. Este peculiar patrón sonoro fue apodado "Bio-Duck" por su semejanza con el graznido de un pato.

Durante años, los científicos dudaron de que el origen de estos sonidos fuera biológico debido a su alta regularidad. Sin embargo, al compartir sus hallazgos con sus compañeros australianos, identificaron patrones similares en otras grabaciones provenientes de diversas regiones del Pacífico.

"El sonido era tan repetitio que al principio no podíamos creer que fuera biológico", dijo en un comunicado el investigador Ross Chapman de la Universidad de Victoria. "Pero al hablar con otros colegas en Australia sobre los datos, descubrimos que un sonido similar se escuchaba con bastante frecuencia en otras regiones de Nueva Zelanda y Australia". Llegaron al consenso de que los sonidos tenían que ser biológicos.

Chapman ha estudiado el Bio-Duck desde 1986. Según sus investigaciones, el sonido tiene un origen claramente biológico y parece ser parte de un comportamiento organizado. "Descubrimos que los datos contenían una mina de oro de nueva información sobre muchos tipos de sonido en el océano, incluidos los sonidos de los mamíferos marinos".

Aunque no se ha identificado de forma concluyente el origen de los sonidos, los investigadores han planteado que podrían ser emitidos por ballenas minke antárticas. Para ello se han basado en registros de sonidos similares captados en aguas antárticas años después. Sin embargo, la falta de evidencia visual que asocia directamente a las ballenas con los sonidos mantiene abierta esta incógnita.

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