REVISIONES MÉDICAS

Descubren que las personas con ciertas enfermedades cardíacas pueden practicar deportes competitivos

"A estos atletas se les prohibía automáticamente practicar deportes. Este nuevo estudio analiza las mejores prácticas clínicas para que regresen sin riesgos", señala un reciente estudio.

El futbolista Sergio Agüero

El futbolista Sergio AgüeroGoodFon

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De acuerdo con estudios científicos, se estima que entre 1 y 3 de cada 100.000 deportistas jóvenes aparentemente sanos desarrollan una arritmia (ritmo cardíaco anómalo) de forma súbita que ocasiona su muerte repentina durante la práctica de ejercicio. Las estadísticas muestran que se trata de una dolencia que afecta 10 veces más a los hombres que a las mujeres. Los casos más conocidos, de deportistas de élite con problemas cardíacos, a nivel local son probablemente los de Iker Casillas y Sergio Kun Agüero.

En la mayoría de los casos, debido a la exigencia física, las dolencias cardíacas en esta profesión muy a menudo provocan que deban dejar de lado el deporte. Pero ahora podría haber una salida distinta. O al menos una forma de quedarse.

Según una declaración científica conjunta publicada por la American Heart Association, Circulation y del American College of Cardiology, algunos atletas con anomalías cardiovasculares pueden participar de forma segura en deportes competitivos... siempre y cuando se lleve a cabo una consulta con sus médicos sobre los posibles riesgos.

Bajo el título de Consideraciones clínicas para la participación en deportes competitivos de atletas con anomalías cardiovasculares, incluye cambios significativos basados en evidencia de la última década.

"En el pasado, no había una toma de decisiones compartida sobre la elegibilidad deportiva de los atletas con enfermedades cardíacas. A estos atletas se les prohibía automáticamente participar en deportes si presentaban casi cualquier problema cardíaco – afirma el líder del estudio, Jonathan H. Kim, director de cardiología deportiva en la Facultad de Medicina de la Universidad Emory en Atlanta -. Esta nueva declaración científica analiza las mejores prácticas clínicas para deportistas con determinadas afecciones cardiovasculares y cómo los profesionales de la salud pueden guiar a estos deportistas (desde niños hasta deportistas de élite) en una discusión de toma de decisiones compartida sobre los posibles riesgos y beneficios".

El cambio en el mensaje refleja los avances en la comprensión de la comunidad médica sobre el "corazón del atleta", que captura las complejas adaptaciones cardíacas estructurales, funcionales y eléctricas que ocurren en respuesta al entrenamiento físico habitual. Los estudios de los últimos 10 años sobre muchas afecciones cardíacas (desde cardiopatías congénitas hasta arritmias y más) indican que los riesgos no son tan altos durante la participación en deportes competitivos como se pensaba anteriormente y brindan un camino basado en evidencia para el regreso seguro a la actividad para muchos atletas.

Si bien las declaraciones científicas anteriores clasificaban los deportes en categorías específicas, esta revisión reconoce que el entrenamiento deportivo es dinámico: un continuo de fuerza y resistencia que es específico de cada atleta. También tiene en cuenta que no todos los atletas entrenan de la misma manera, y que no todas las afecciones cardíacas confieren un riesgo idéntico.

Con esta premisa, el equipo liderado por Kim definió a los deportistas de competición como deportistas profesionales que dan mucha importancia a los logros y se entrenan para competir no solo en deportes de equipo sino también en deportes individuales, como maratones y triatlones.

Este nuevo estudio tiene la virtud de abarcar en los análisis a los deportistas no incluidos en documentos anteriores. Por ejemplo, hay una sección dedicada a evaluar el riesgo en deportistas máster (personas de 35 años o más) con enfermedad coronaria, fibrilación auricular, aorta agrandada y enfermedad valvular. También hay actualizaciones para deportistas de deportes extremos, incluidos aquellos que practican buceo o ejercicio a grandes altitudes.

Por si esto fuera poco, el equipo de Kim también aborda cómo informar mejor a una persona sana que desea practicar deportes competitivos durante el embarazo sobre los riesgos potenciales, dado el cambio significativo en el estado físico y metabólico que provoca el embarazo.

"Reconocemos que hay momentos en que los riesgos de competir son mucho mayores que los beneficios para los deportistas con anomalías cardiovasculares", concluye Kim.

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