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¿QUÉ HACE UN ESPERMA COMO TÚ EN UN CRUSTÁCEO COMO ÉSTE?

El espermatozoide gigante que ha vivido entre excrementos 17 millones de años

Unos investigadores han hallado en una cueva australiana esperma fosilizado de hace 17 millones de años. Pertenece a una pequeña especie de gamba de no más de 1,2 milímetros de tamaño y encierra varias sorpresas para la comunidad científica, además de algunas notas curiosas que destacar para el público en general.

Así luce un esperma gigante después de 17 millones de años

Así luce un esperma gigante después de 17 millones de años Renate Matzke-Karasz

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La historia puede resultar escatológica porque mezcla esperma y excrementos, pero no es solamente eso. Gracias a cantidades ingentes de excrementos de murciélago se ha conservado intacta la muestra de esperma más antigua del mundo (data del Mioceno), descubierta por un grupo de científicos del Reino Unido.

La muestra pertenece a varios ejemplares de ostrácodos, unos crustáceos de menos de 2 milímetros de tamaño que existen desde hace millones de años. Lo curioso es que, proporcionalmente, el tamaño del esperma hallado es gigante. Llega a ser diez veces el tamaño del animal. Un espermatozoide enorme en comparación con las especies actuales, según el estudio publicado en 'Proceedings of the Royal Society B.'

Todo comenzó en 1988 cuando investigadores de la Universidad de Nueva Gales del Sur, encabezados por Mike Archer, comenzaron a excavar un yacimiento de fósiles en Riversleigh (Australia). Se encontraron un auténtico paraíso de millones de fósiles, sobre todo de murciélagos. Y también muchísimas heces cubriéndolo todo.

Pero llegó la sorpresa: ahí estaban esos diminutos ostrácodos debajo de cuyos caparazones hallaron las células de esperma en un gran estado de conservación. Que se conserven los caparazones por la calcificación de la concha es algo habitual, pero que la parte blanda haya llegado hasta nuestros días es algo increíble. Incluyendo el núcleo que en algún momento acogió los cromosomas y el ADN de los animales.

Los expertos están seguros de que han podido llegar hasta el día de hoy gracias a los fosfatos de los excrementos de los murciélagos.

Lo apasionante del descubrimiento es también el increíble tamaño del esperma, que en algunos ostrácodos del más de medio centenar estudiados llegaron hasta el centímetro de longitud. 10.000 micrómetros, nada más y nada menos. Hay que tener en cuenta que el de un humano alcanza los 60 micrómetros y el de un elefante 58,5.

Mike Archer cuenta al 'Washington Post' en qué punto exacto captaron el esperma más grande y parece ser que pillaron al macho y la hembra “en pleno acto”. El hallazgo se produjo dentro del aparato reproductor de la hembra, que básicamente atrapa el espermatozoide que le lanza el macho, ya que su esperma no tiene flagelo para moverse en el interior de la hembra. Vamos, que la fecundación se produce “como si estuvieran jugando a la pelota”, tal y como cuenta Archer.

Esto es un ejemplo fascinante de cómo un hallazgo tan pequeño, con una cantidad asombrosa de detalles y tras el duro trabajo de muchos años de excavaciones, puede llegar a asombrarnos. Además deja el ápice de misterio de no saber por qué estos ostrácodos tienen un esperma tan enorme, aunque sí sepamos que sus órganos sexuales ocupan un tercio de su cuerpo.

Probablemente no es la mejor imagen que podríamos imaginar la del esperma más antiguo del mundo conservado en caca. Pero, quién sabe, a lo mejor un día descubren el elemento mágico del excremento de murciélago y con ello se fabrica la mejor crema antiedad del mundo ¿La escena es un poco menos escatológica que al principio, verdad?

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