¿El tamaño no importa? Que pregunten a los pájaros, que hasta pesan sus cacahuetes

Recientemente, se ha descubierto que ciertos pájaros pesan los cacahuetes para seleccionar los más grandes. Para ver lo que hay dentro de bellotas, semillas o cacahuetes, podrían romper las cáscaras, pero suele implicar un tiempo de oro y, además, seguro que se decepcionarían al comprobar que está podrido o en mal estado después de tanto esfuerzo para conseguir abrirlos. Así que optan por calibrar los frutos secos y así evaluar la cantidad de comida que esconden en su interior, según un nuevo estudio publicado en Journal of Ornithology.

La investigación, llevada a cabo en Arizona por un equipo de científicos polacos y coreanos, ha revelado que las urracas mexicanas (Aphelocoma wollweberi) son capaces incluso de escuchar los cacahuetes cuando los manejan con su pico.

Para llegar a estas conclusiones, Sang-im Lee, Piotr Jablonski, Maciej y Elzbieta Fuszara, principales autores del estudio, abrieron las cáscaras de cientos de cacahuetes y vaciaron su interior. Su objetivo era descubrir si este tipo de ave podía ser capaz de saber, sin necesidad de abrir la cáscara, si el cacahuete tenía dentro el fruto o estaba vacío.

Tras el experimento, los investigadores se dieron cuenta de que los pájaros participantes rechazaban los vacíos y se quedaban con los completos. No conformes con eso, Sang-im Lee y sus colegas añadieron arcilla en el interior de algunos, y el resultado esperado fue instantáneo: se quedaban con los que más pesaban.

Según Piotr Jablonski, estos pájaros son capaces de sacudir los frutos secos con sus picos. “Intuimos que esos movimientos pueden proporcionarles una sensación de ‘pesadez’ similar a la que los humanos sentimos cuando tenemos un objeto en nuestras manos”, señala el experto.

En otra prueba, se abrió la cáscara de varios cacahuetes, se eliminaron dos de los tres frutos de su interior y se volvieron a cerrar. El segundo paso fue colocarlos junto a cacahuetes más pequeños, que tenían una sola pieza. Para sorpresa de los investigadores, estos pájaros al parecer se dieron cuenta de que los cacahuetes más grandes no pesaban tanto como deberían y optaron por los pequeñitos, cuyo peso era proporcional al tamaño.

Para Sang-im Lee y Jablonski, lo curioso de esto es el ruido que hacen al sacudir los frutos secos con el pico. Ahora, en próximos trabajos, los expertos intentarán desentrañar qué relación guarda este sonido con la sensación de “pesadez” al cogerlos con el pico.