Algunos contaminantes ambientales presentes en el hogar pueden afectar a la fertilidad de los hombres y sus mascotas

La infertilidad masculina es un problema que ha empezado a preocupar a la comunidad científica, ya que durante los últimos años, varios estudios han confirmado que la calidad del semen está descendiendo en muchos lugares del planeta. Entre los posibles causantes de este empeoramiento se encuentran algunos contaminantes ambientales y un nuevo estudio señala dos de ellos, los ftalatos y los PCB.

Los resultados de esta nueva investigación, que han sido publicados en la revista Scientific Reports, sugieren que estos compuestos, que se encuentran en algunos productos de uso común y que incluso aparecen en la cadena alimentaria, tienen efectos adversos sobre la fertilidad masculina tanto en humanos, como en perros domésticos.

Los autores de esta nueva investigación ya habían llevado a cabo un análisis que mostró que la calidad del semen de los perros domésticos también había caído en los últimos años, por lo que consideraron que “la disminución temporal de la calidad de los espermatozoides humanos y caninos refleja un origen ambiental común”.

Para tratar de responder a esta cuestión, realizaron un experimento con hombres y perros, en el que analizaron los efectos de dos compuestos en particular: el ftalato de dietilhexilo, conocido como DEHP y que se encuentra en materiales plásticos de alfombras, ropa o juguetes, y el bifenilo policlorado 153, que pertenece a los compuestos conocidos como PCBs y que están prohibidos desde los años 80, aunque todavía se detectan en el medio ambiente.

El tamaño de las muestras fue pequeño, con semen solo de 9 humanos y 11 perros, pero los investigadores concluyeron que ambos compuestos reducen la motilidad de los espermatozoides de forma similar en ambas especies “lo que apoya la idea de que el perro es una especie centinela para la exposición humana”.

Un empeoramiento durante las últimas décadas

Aunque la cuestión de si la calidad del semen humano estaba descendiendo ha estado rodeada de cierta controversia, dado que los estudios realizados mostraban resultados contradictorios, un análisis de todos los estudios publicados en los últimos 40 años, publicado en 2017, concluyó que, efectivamente, el número de espermatozoides estaba cayendo entre los hombres occidentales.

Además, otro estudio más reciente en el que se analizaron muestras de cerca de 120.000 hombres que acudían a las clínicas de reproducción asistida, mostró que no solo era un problema de número, sino también de fertilidad, dado que el riesgo de los hombres de tener que someterse a tratamientos cada vez más complejos para ser padres también estaba aumentando.

Sobre las posibles causas de este empeoramiento de la calidad del semen, los científicos llevan tiempo apuntando a muchos factores, como la exposición a ciertos contaminantes, especialmente aquellos que actúan como disruptores endocrinos, pero también las altas temperaturas, el estrés, la obesidad e, incluso, la ropa interior.

Sin embargo, a día de hoy se sigue sin saber en qué medida actúa cada uno de ellos y aunque los nuevos resultados apoyan la hipótesis de que ciertos compuestos químicos pueden ser perjudiciales para la fertilidad masculina, la realidad es que sus conclusiones están lejos de ser definitivas y que el origen de este problemas sigue sin una respuesta clara.