BIENVENIDOS AL BEERCYCLING
Así se recicla la cerveza que orinamos para elaborar nueva cerveza
La ciencia ha dado con el modo de reutilizar la orina proveniente de los festivales de música para reconvertirla en fertilizante que se utilizará, entre otros lugares, en los cultivos agrícolas de cereales destinados a la elaboración de cerveza
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Han pasado tres décadas desde que el grupo de pop-rock ‘Los Toreros Muertos’ triunfasen con una canción titulada ‘Mi agüita amarilla’ con la que de manera divertida explicaban cómo la orina, tras haber sido evacuada, llegaba a los ríos y el mar, se evaporaba por el calor del sol y acababa, a través de la lluvia, regando las ciudades y los cultivos agrícolas que después debíamos ingerir.
Una ingeniosa, a la vez que algo escatológica, manera de describir cómo se realiza el ciclo del agua y el reciclaje natural de algunos fluidos. Esto último muy cerca de la chanza humorística pero que, con los años, ha resultado ser bastante certero y muy cerca del propósito de muchos científicos y compañías especializadas que han estado investigando para encontrar una reutilización eficaz de los orines.
De sobras conocida es la gran cantidad de nutrientes y compuestos que forman parte de la orina, la cual con el adecuado acondicionamiento –sobre todo para disminuir la salinidad presente y su alto pH- se convierte en un eficaz fertilizante natural a la hora de regar una plantación.
Varias son las empresas que han puesto en marcha diferentes iniciativas para reciclar y darle una segunda vida a esas ‘aguas menores’, fijándose en los lugares en los que mayor cantidad de líquido es miccionado: los festivales de música.
Allí, lo largo de varios días, los asistentes beben cantidades ingentes de líquido –sobre todo cerveza- y que hasta ahora acababan evacuado en cualquier rincón del recinto o en urinarios móviles que después lo vertían directamente en el alcantarillado.
Desde hace unos años muchos de esos conciertos multitudinarios se han convertido en grandes recolectores de orina –a través de retretes especiales- con la intención de almacenar los residuos de aquellos que han bebido cerveza y desean evacuarla, para posteriormente tratarla, reciclarla y convertirla en fertilizante agrícola o agua para ser utilizada en el regadío.
Uno de esos proyectos es ‘Beercycling’ –respaldado por el Consejo Danés de Agricultura y Alimentación - que recogió el pasado año, en el Festival de Roskilde de Dinamarca, la nada despreciable cantidad de 54.000 litros de orina proveniente de bebedores de cerveza y la cual se convirtió en un eficiente fertilizante con el que se abonó amplios campos daneses de cebada y que, tras la cosecha de este cereal, se consiguió recolectar once toneladas de malta con la que se elaboró una cerveza –con el curioso nombre de ‘Nørrebro Pis Ner’- que fue embotellada en 60.000 unidades y servida este año en el mencionado festival de música; realizándose nuevamente el ciclo de recolecta de orina de esa cerveza.
En varios festivales de música franceses se ha llevado a cabo otra iniciativa: ‘el Uritonnoir’, el cual consiste en unas láminas de polipropileno que tras ser dobladas adecuadamente se encajan en balas de heno –colocadas en varios puntos del lugar donde se celebra el evento- y que se utilizan a modo de urinario público.
La orina al entrar en contacto con la paja provoca que ésta empiece a descomponerse y en cuestión de un año –según la cantidad miccionada puede ser incluso en la mitad del tiempo- se convierte en compost orgánico listo para ser utilizado en la fertilización de campos de cereales destinados a la elaboración de nueva cerveza.
Pero uno de los reciclados de orina más revolucionarios –o al menos pretende serlo- es el que ha sido llevado a cabo por el joven científico belga Sebastiaan Derese quien, en colaboración con varios compañeros de la Universidad de Gante, ha desarrollado una máquina que convierte directamente el pis en agua potable, además de separar otra parte que se convierte en fertilizante.
El artefacto, que funciona mediante energía solar, está pensado para ser empleado en países en vías de desarrollo donde hay escasez de agua y abono para los cultivos. A través de una membrana la máquina filtra los nutrientes de la orina como el nitrógeno, potasio o fósforo.
Se llevó a cabo una prueba en un festival de música y teatro de Gante en donde se recolectó una importante cantidad de orina que, tras pasar por el correspondiente filtrado de la máquina, en cuestión de minutos se convirtió en mil litros de agua potable que pudo ser degustada por los presentes.
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