Según un estudio realizado a casi 500.000 voluntarios
Beber ocho cafés al día alarga más la vida que no beberte ninguno
Un estudio realizado a lo largo de diez años y con la participación de cerca de 500.000 voluntarios ha llegado a la conclusión de que beber café puede alargar la vida.
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Hasta ahora, el consumo desmedido de café se relacionaba con enfermedades cardiovasculares y, en líneas generales, no era lo más recomendado para llevar una vida sana, precisamente. Sin embargo, un reciente estudio podría poner patas arriba lo que creíamos saber del café. No en vano, y en contra de lo que se creía, el café podría alargar la vida.
Al menos, esa es la principal conclusión de una investigación que se ha prolongado durante toda una década y que ha recurrido a la información de nada menos que 498.134 voluntarios.
En concreto, son los voluntarios registrados en la base de datos de genética Biobank, del Reino Unido. A partir de esa información, los responsables del estudio estuvieron durante 10 largos años registrando las muertes acaecidas en tan nutrido grupo.
Una de las conclusiones extraídas es que, cuanto más café bebían los voluntarios, mayor probabilidad tenían de vivir más años. Dicho de otra forma: el porcentaje de fallecidos que no bebían café resultó ser mayor que el de aquellos que, tomando esta bebida, morían.
“Este estudio proporciona pruebas de que el consumo de café puede ser parte de una dieta saludable y da tranquilidad a los consumidores de café”, explican en el estudio sus responsables.
Los investigadores fueron capaces de relacionar la baja mortalidad con el consumo de café hasta una elevada cantidad de este. En concreto, hasta ocho tazas de café al día. Así, según el estudio, sería posible tomar café casi de forma indiscriminada y no preocuparnos por nuestra salud: de hecho, estaríamos teniendo más probabilidades de vivir más.
Más allá de cantidades de café, los investigadores establecieron que los consumidores de esta bebida tienen entre un 10 % y un 15 % menos de probabilidades de morir que aquellos que no tomaban café. Y no se trata del primer estudio que establece una relación entre el consumo de café y una vida más larga: ya en 2017 un estudio hecho con la colaboración de 700.000 participantes vinculó ambas cosas.
No se consideraron otros hábitos ni la dieta
No obstante, las conclusiones de este estudio no son relativamente definitivas. No en vano, no se tuvieron en cuenta otros hábitos como la dieta o la frecuencia a la hora de hacer ejercicio. Factores como el dinero o incluso la educación podrían tener cierta influencia en la tasa de mortalidad.
Así, tampoco habría que empezar a tomar café en ingentes cantidades para tratar de tener más probabilidades de alargar la vida. La moderación es siempre una virtud.
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