PARA MORIR DE AMOR
Los cachorros no pueden ser más adorables que a los dos meses de edad
Un nueva investigación de la Universidad Estatal de Arizona ha descubierto que el momento en que los humanos encontramos más adorables a los perros coincide con la época en que sus madres comienzan a dejarlos valerse por sí mismos.
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Es difícil ver un cachorro y que no nos resulte adorable. Sin embargo, hay una edad a la que es prácticamente imposible resistir el impulso de achucharles. Así lo ha certificado un estudio liderado por Clive Wynne, profesor de psicología y experto en ciencia animal de la Universidad Estatal de Arizona, al comprobar que los cachorros de entre 6 y 8 semanas resultan mucho más atractivos a los humanos que a otras edades tempranas.
Para llegar a estas conclusiones, el equipo de Wynne mostró a 51 participantes 39 fotografías en blanco y negro de tres razas diferentes de cachorros desde su nacimiento hasta los siete meses de edad. Esto también sirvió para averiguar diferencias entre especies: el cane corso llama más la atención a las 6,3 semanas, el Jack Russell terrier, a las 7,7 semanas y el pastor blanco, a las 8,3 semanas.
Estas edades solían coincidir con el mismo momento en que sus madres se empiezan a alejar de ellos y ya no les alimentan con su propia leche, por lo que su atractivo también podría relacionarse con el cuidado humano.
Al contrario que los lobos, que permanecen hasta dos años de vida junto a su progenitora, los perros abandonan a sus cachorros después del destete, alrededor de las seis a las once semanas de edad. Esto provoca que aquellos que no estén bajo los cuidados de persona tengan una alta tasa de mortalidad. Así que mostrar todo su atractivo a esas edades también puede ser un mecanismo de supervivencia, según Wynne.
Al contrario de las teorías que atribuyen la supervivencia de las especies caninas a su inteligencia, este experto cree que “no es lo fundamental” y que todo radica en "esta tremenda capacidad para formar vínculos íntimos, fuertes y afectuosos", la cual comienza en unas ocho semanas de vida, como muestra su investigación. Ahora la próxima vez que un cachorro te ponga ojitos ya sabrás a qué se debe.
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