LA CIENCIA PUEDE AYUDARTE
Cinco estudios que te ayudarán en la operación bikini
Si te has propuesto perder la grasa que te sobra de cara al verano y decirle adiós definitivamente a las lorzas y los michelines, la ciencia puede ayudarte a conseguir tu objetivo.
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Hay algunas directrices científicamente demostradas que pueden ayudarte a perder peso
Beber antes de comer
Beber medio litro de agua treinta minutos antes de cada comida ayuda a los adultos obesos a deshacerse de los kilos de más, según demostraba un estudio de la Universidad de Birmingham publicado en la revista especializada 'Obesity'.
Concretamente, si este hábito se suma a una dieta se pierden 1,3 kilogramos más en un período de doce semanas.
Un toque picante
Añadir chile a las comidas o tomar un puñado de jalapeños no solo causa sensación de ardor en la boca. Además, la molécula de capsaicina responsable de la sensación picante ayuda a la eliminar la grasa acumulada en los michelines.
Según David Heber y sus colegas del Centro de Nutrición Humana de la Universidad de California eso se debe a que, tras su consumo, el gasto energético del organismo aumenta considerablemente. Y el efecto dura varias horas.
Entrenar no basta
Si crees que ejercitando tu cuerpo hasta la extenuación puedes eliminar los kilos que te sobran, te equivocas. De acuerdo con un reciente estudio publicado en la revista 'Current Biology', después de unos meses de ejercicio físico nuestro cuerpo tiene la capacidad de adaptarse a altos niveles de actividad sin necesidad de quemar más calorías.
Tanto es así que los miembros la tribu de los hadza de Tanzania, que recorren largas distancias cada día para cazar y realizan un trabajo físico duro a diario, consumen prácticamente la misma energía que las personas sedentarias. Si nos excedemos ejercitándonos, concluía Herman Pontzer, de la Universidad de Nueva York, el cuerpo se adapta a las demandas físicas sin quemar más calorías.
Pasa frío
Si la temperatura desciende, no subas la calefacción. Pasar frío emula los efectos beneficiosos del ejercicio físico y previene la obesidad. En gran medida se debe a que las bajas temperaturas activan microbios digestivos que ayudan a quemar grasa y reducen el peso, tal y como sacaba a la luz un estudio de la Universidad de Ginebra publicado en la revista 'Cell'.
Y es que, al parecer, con el frío nuestro intestino se llena de microorganismos que propician la activación de la grasa marrón o “grasa buena”, es decir, la que no se deposita sino que se quema para generar calor.
Duerme a oscuras y sin televisión
Si en las horas de descanso nocturno dejas una luz tenue encendida tu índice de masa corporal podría ser un 50% superior que si duermes en absoluta oscuridad, tal y como demostraron científicos de la Universidad Estatal de Ohio en 'PNAS'.
Al parecer se debe a que la exposición a la luz durante la noche cambia los horarios de las comidas. "Es posible que quienes ven por la noche la televisión o pasan horas frente al ordenador tras el ocaso coman a horas incorrectas e interrumpan su metabolismo", sugería el neurocientífico Randy Nelson, coautor de la investigación.
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