EXPERIMENTO CON RATONES DEL INSTITUTO SALK
Comer más, aunque no tengas hambre, ayuda a curarse de las enfermedades
Un equipo de biólogos asegura que durante un proceso de infección, comer, aunque no se tenga hambre, haría que nuestro cuerpo sanara con mayor rapidez.
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El dicho de "alimenta un resfriado y mata de hambre la fiebre" puede quedarse antiguo, según un estudio del Instituto Salk de Estudios Biológicos.
No en vano, cuando padecemos una infección, la pérdida de apetito es la respuesta normal de nuestro organismo. Sin embargo, el equipo de biólogos de Salk contradicen con un estudio esa máxima.
Han demostrado que las bacterias son las que realmente bloquean el apetito para promover la transmisión de la enfermedad, según publican en la revista 'Cell'.
Para demostrarlo, inocularon de salmonela a un grupo de ratones para comprobar si el no comer aceleraba la infección por sus intestinos. Los científicos confirmaron que los ratones que ingerían calorías adicionales, pese a su pérdida de apetito, sobrevivieron, frente a los que se negaron a comer.
De hecho, la salmonela decide renunciar a la virulencia creando una molécula que detiene la pérdida de apetito cuando entiende que su huésped caerá muerto demasiado rápido.
Este estudio sólo refleja cómo funciona el mecanismo de propagación en ratones y no en seres humanos, pero los científicos esperan que se pueda aplicar tanto a enfermedades metabólicas como a aquellas bacterias que ya son resistentes a los antibióticos.
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