LA TECNOLOGÍA MINIMIZA LAS DIFERENCIAS ENTRE ASIENTOS
Cómo encontrar la butaca científicamente perfecta en las salas de cine
En los cines convencionales, sentarse en una butaca centrada es la mejor opción, tanto para la imagen como para el sonido. Las ubicaciones más denostadas suelen ser las de la primera fila. Los avances tienden a minimizar las diferencias entre los diversos asientos.
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Entrar a una sala de cine y pararse a escoger qué asiento tomar es algo muy común. Tres son los grandes temores de cualquier cinéfilo que se precie: no ver bien, una mala audición y tener un vecino molesto. Para los dos primeros casos, existen pautas para tomar la mejor decisión.
En los cines con salas estándar con los pasillos de salida en los laterales, debes tener en cuenta dos factores. Uno de ellos es la centralidad, de forma que cuanto más hacia el centro te sientes, en el eje izquierda-derecha, menos deberán tus ojos esforzarse para atrapar lo que ocurre en los márgenes derecho e izquierdo de la pantalla. El otro factor es la verticalidad, ya que si se tiene un ángulo de visión vertical demasiado amplio, deberás mirar la pantalla desde muy arriba o desde muy abajo, por lo que no es aconsejable sentarse demasiado lejos ni, especialmente, demasiado cerca.
La centralidad también es importante para el sonido, ya que desde esta posición se capta perfectamente el efecto completo de los altavoces. Sin embargo, gracias a los avances tecnológicos, sentarse demasiado escorado a un lado cada vez es menos negativo. Algunas compañías, como por ejemplo THX, innovan para buscar un equilibrio, de tal forma que el sonido sea de calidad en toda la sala. Aún así, en algunos casos, como cuando se produce eco, estar en un lateral puede hacer que los diálogos no resulten del todo claros.
No todo depende del asiento
A pesar de todo, muchos de los factores de los que depende que disfrutemos al cien por cien de una película por la que hemos pagado una nada desdeñable cantidad de dinero, poco tienen que ver con la ubicación del asiento. Un ejemplo lo encontramos en aquellas salas que no mantienen en condiciones óptimas las lámparas de sus proyectores, lo que puede causar una significativa pérdida del brillo en la imagen.
Sin embargo, cuando la proyección se realiza con el formato IMAX, las variables tienen algunas características peculiares, ya que, como explica Brian Bonnick, director técnico de la compañía, el diseño de pantalla que utilizan ocupan todo el espacio posible, de pared a pared y desde el techo al suelo, sin que exista un marco alrededor de la misma. Además, los asientos, ubicados en una plataforma similar a los de los estadios deportivos, se sitúan mucho más cerca de la imagen. Ello permite que el campo de visión aumente significativamente. El objetivo último es reducir al máximo las diferencias entre sentarse en una u otra localidad.
Esta mejora también se aplica al sonido, ya que cada altavoz se diseña en función del lugar en el que se va a colocar. A ello se le suma el uso de un láser para que cada altavoz alcance con la mayor calidad posible a cada espectador. Todo ello calculado de tal forma que se consigue un sonido prácticamente uniforme en toda la sala.
Así que ya sabes, cuando vayas a un cine de los de toda la vida, intenta ocupar un buen lugar. Si, en cambio, optas por las opciones más vanguardistas, que tu única preocupación sea evitar al vecino molesto.
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