NUEVO USO PARA SUS CUERPOS GELATINOSOS
Quieren fabricar tampones y compresas con medusas
El número de medusas no deja de aumentar y supone una amenaza para muchos ecosistemas. Una startup israelí propone darles un uso innovador.
Publicidad
En España, entre otros muchos, tenemos dos problemas que en un principio parecen no tener relación. En primer lugar, nuestras costas de infestan de cuando en cuando de las medusas, sobre todo en el Mediterráneo, una compañía marina poco querida y cuyas invasiones cada vez provocan más estragos.
Y luego tenemos otro problema más serio: el abultado precio de compresas, tampones y pañales, gravados con un 21% de IVA, el mismo que un producto de lujo.
El segundo tendría fácil solución, pero el primero no tiene visos de tener salida, ya que la población de medusas va a seguir aumentando impulsada por el aumento de temperatura de los océanos, la contaminación y la pesca intensiva.
Al mismo tiempo, el aumento de la acidez de las aguas se ha convertido en el caldo de cultivo ideal para que prosperen estos animales.
Son malas noticias para los ecosistemas y también para algunas infraestructuras submarinas, como las centrales nucleares, cuyos sistemas de refrigeración a veces están bajo el agua y pueden ser obstruidos por la acumulación de estos animales.
Sin embargo, una compañía israelí cree haber encontrado una solución para este excedente de medusas. Cine'al fue fundada por Shachar Richter, un científico de materiales de la Universidad de Tel Aviv, que analizó la carne de las medusas y descubrió que eran capaces de absorber líquido en grandes cantidades.
A partir de ahí, él y su equipo desarrollaron un material altamente absorbente que llamaron 'Hydromash', capaz de empapar un buen volumen de agua y sangre. Pero, un momento, ¿las medusas no picaban? Sí, aunque su cuerpo sea un 90% de agua sus picaduras son muy dolorosas y letales en algunos casos.
Para producir el material, primero tienen que deshacer la carne de las medusas y añadir nanopartículas antibacterianas para eliminar lo que produce la picazón.
El material que se consigue es fuerte, flexible y biodegradable, que no sólo se puede utilizar en productos de higiene femenina o infantil, sino también en vendajes, gasas y esponjas. No obstante, la compañía está comenzando a desarrollar los primeros, esperando tener resultados en menos de dos años.
Según cuenta Richter el producto tarda menos de 30 días en biodegradarse, mientras que un pañal o un tampón desechable normalmente puede tardar cientos de años en descomponerse. El nuevo uso de las medusas promete como nueva iniciativa, siempre que sea sostenible y no provoque más daños en los ya maltrechos ecosistemas marinos.
Publicidad