El compositor es el ordenador: este software sustituye a los músicos con inteligencia artificial

Igual que algunos de los mejores temas de los Beatles los firmaron Lennon y McCartney, o Jagger y Richards algunos de los Rolling Stones, quizá dentro de unos años veamos en algún superventas la rúbrica de un robot. Bueno, quizá estamos exagerando, pero ya se ha dado un paso hacia tal futuro.

En la Escuela Politécnica de Lausana (EPFL) han elaborado un software basado en inteligencia artificial que puede componer la música de las canciones. Todavía se limita a composiciones que se cantan a una sola voz y en las músicas populares irlandesas y klezmer (propia del folclore de los judíos askenazis).

El nuevo compositor 'inteligente' no produce audios, sino partituras completas y originales de principio a fin, con las particularidades del género elegido, según explican desde el laboratorio de Neurociencia Computacional del centro investigador suizo.

El proyecto está en fase embrionaria, pero se nutre de una base de datos de un buen número de grupos y de fuentes como Google y el laboratorio de París de Sony. De hecho, estos últimos han puesto el foco en la investigación de las lógicas de la creación musical.

La innovación es que esta nueva inteligencia musical es capaz de echar mano a la teoría musical, además de echar mano de las fuentes ya citadas, todo sin necesidad de la intervención humana posterior.

De esta forma, el algoritmo determina por conexiones de redes neuronales artificiales las notas musicales. Lo hace a partir de varias distribuciones de probabilidad que proceden de melodías ya existentes, para lo que ha tenido que aprender cómo una pieza pasa de una nota a otra.

En resumidas cuentas, podemos decir que está preparado para adivinar la siguiente nota, ya que la máquina se las arregla para predecir sin problemas la altura que debe tener en la partitura y su duración. De hecho, en estos dos últimos aspectos fueron en los que más incidieron durante el entrenamiento.

Según explican desde la EPFL, la inteligencia artificial alcanza su nivel óptimo para crear melodías convincentes cuando alcanza valores del 50% de las notas altas y el 80% de la longitud.

La limitación a melodías cantadas a una sola voz esperan superarla con el desarrollo de un compositor polifónico que pueda llegar a generar partituras originales que estén listas para ser tocadas para una banda entera.

Es cierto que se pierde todo el romanticismo, pero con este avance se gana en el análisis datos para interpretar los distintos géneros musicales y la forma de trabajarlos a lo largo de los siglos. Seguro que una máquina nunca hubiera compuesto 'Despacito'.