EL RÉCORD: MÁS DE 5.000 NOMBRES
¿Cuántos autores hacen falta para escribir un artículo científico? En algunos casos, miles
Un trabajo académico publicado en una revista científica es largo, pero a veces el anexo en que figuran sus autores resulta aún más extenso. La tendencia va al alza y este año un equipo ha batido todos los récords: han publicado un artículo con más de 5.000 firmantes.
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Quienes hayan participado alguna vez en la redacción de un ‘paper’ científico sabrán que una de las partes más tediosas es la elaboración de la bibliografía. La lista completa de referencias colocadas por orden alfabético suele ocupar varias páginas, incluso a dos columnas.
Una tarea, la de reunir las obras citadas, que se convierte en una nimiedad al compararla con otra labor: la de nombrar alfabéticamente a los 5.154 coautores de un artículo. Tal es el número de investigadores que figuran en las 24 hojas anexadas a un estudio sobre física de partículas publicado recientemente en 'Physical Review Letters'.
Gracias a su privilegiado apellido, el joven científico del CERN George Aad se encuentra a la cabeza de este y otros ‘papers’ en los que ha participado, la mayoría con cientos de nombres. Trabaja junto al resto de sus colegas (completan el directorio hasta la ‘z’) en el experimento ATLAS.
Por raro que parezca, no se trata de un caso aislado. En 1993, la editora de 'The New England Journal of Medicine' tuvo que recoger el premio Ig Nobel a un artículo publicado en la revista. Se trataba en realidad de un estudio médico, pero recibió el galardón en Literatura por tener cien veces más autores (975) que páginas. Eran tantos que no pudieron ponerse de acuerdo sobre el discurso.
La tendencia continúa extendiéndose. Según los datos de la Web of Science de Thomson Reuters (un directorio internacional de trabajos científicos), el número de artículos con más de 1.000 autores ha aumentado desde 2009.
La práctica se da en diversos ámbitos: hicieron falta más de un millar de investigadores para explicar la secuenciación de un grupo de genes de la mosca de la fruta. Sin embargo, la física de partículas se lleva la palma.
No se ha fijado un número de coautores máximo, ni mínimo
Además del ejemplo anterior, cabe citar el estudio sobre desintegración de partículas que 'Nature' no quiso publicar en su versión impresa (había unos 2.700 nombres). En otro anterior figuran 2.932 investigadores y colaboradores, de nuevo del experimento ATLAS.
El gran número de autores de todos estos ‘papers’ no solo ocasiona problemas de espacio. Algunos científicos advierten que la mención de tantos nombres crea confusión, ya que dificulta la tarea de saber quién ha hecho qué −¿cómo recriminar una falta o una mala práctica a cientos de personas?-. Por otro lado, señalan como posible causa la sed de prestigio y consideración.
Para evitar posibles fraudes, asociaciones como el Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas quieren obligar a que todos los autores estén al tanto de los contenidos del estudio. Aunque hay quien no se lo toma tan en serio. Es el caso de Andre Geim, ganador del Premio Nobel de Física en 2010, que incluyó a su H.A.M.S. ter Tisha (el nombre de su mascota) como coautor de uno de sus estudios. ¿Será también George Aad una invención?
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