UNA SOLUCIÓN PARA LOS EFECTOS DEL SEDENTARISMO
¿Demasiadas horas en una silla? Alarga tu vida caminando dos minutos cada hora
La mayoría de los trabajos mantienen a los empleados en una silla durante toda la jornada, algo que conlleva riesgos propios del sedentarismo, como el desarrollo de obesidad, diabetes, problemas circulatorios e incluso la muerte prematura. Por no hablar de los largos ratos en el sofá debido al cansancio derivado del agitado ritmo diario.
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Un nuevo estudio revela la solución para revertir las consecuencias negativas de estar todo el día sentado: caminar aproximadamente dos minutos cada hora. En la actualidad, las recomendaciones de expertos apuntan a que lo ideal para el organismo sería la realización de ejercicio físico moderado unas 2,5 horas por semana, pero la realidad es que el 80% de los estadounidenses no las cumple.
Esta investigación, llevada a cabo en la Universidad de Utah y publicada en Clinical Journal of the American Society of Nephrology (CJASN), se centró en analizar durante tres años los beneficios para la salud de episodios más largos de actividades de baja intensidad, como permanecer parado, con actividades de intensidad leve, como caminar.
Para ello, se utilizaron datos de más de 3.200 personas que habían participado en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (U.S. National Health and Nutrition Examination Survey). Los voluntarios usaron aparatos con los que pretendían medir la intensidad de sus actividades.
Los resultados demostraron que estar más tiempo de pie no ayuda a compensar los efectos negativos de permanecer muchas horas sentado. Sin embargo, otras acciones como caminar o limpiar sí pueden incrementar la longevidad de las personas que suelen estar sentadas la mayor parte del día. Así, cambiar dos minutos de estar sentado por dos de actividades de baja intensidad cada hora redujo el riesgo de muerte prematura un 33%.
Tom Greene, autor principal del artículo y director del Centro de Diseño de Estudios y Bioestadísticas en el Centro para las Ciencias Clínicas y Aplicables en la Escuela de Medicina de la Universidad de Utah, ha apuntado que “el ejercicio es muy bueno, pero la realidad es que hay un límite respecto a cuánto ejercicio intenso se puede realizar”. El estudio sugiere que “incluso los cambios pequeños pueden tener un gran impacto”, ha añadido.
“Nos fascinó ver los resultados, debido al enfoque actual que hay en actividades de intensidad moderada o alta. Nos intrigó observar que las actividades de intensidad leve se asociaron con menores índices de mortalidad”, ha destacado por su parte Srinivasan Beddhu, profesor de Medicina en la misma universidad.
Para concluir, los expertos han recordado que el ejercicio de intensidad moderada ayuda a fortalecer el corazón, los huesos y los músculos, “además de aportar más beneficios que las actividades de menor intensidad”.
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