FUMAR MATA
Desvelan cuánto tarda en recuperarse tu cuerpo cuando dejas de fumar
No dejes para mañana lo que puedas hacer hoy. Especialmente si te has propuesto dejar de fumar. Porque tendrán que pasar 16 años sin llevarte un cigarro a la boca antes de que tu riesgo de sufrir una enfermedad cardiovascular se equipare al de quienes nunca han probado el tabaco.
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Cómo han llegado los cardiólogos a esta conclusión lo contará Meredith Duncan, investigadora de la Universidad de Vanderbilt (EE UU), en los próximos días en la reunión anual de la Asociación Americana del Corazón. Ahí va un adelanto: basándose en datos de 8.700 individuos sanos a los que se realizó un seguimiento durante 27 años han descubierto que más del 70% de las enfermedades cardiovasculares las sufren personas que fumaron un paquete al día durante veinte años.
Sus indagaciones también apuntan a que una vez que una persona fumadora deja a un lado el tabaco, en los primeros cinco años de abstinencia ve reducido en un 38% el riesgo de sufrir ataques cardíacos, infartos, ictus y otros problemas cardiovasculares. "La moraleja de este estudio es que el mejor momento para dejar de fumar siempre es justo ahora", subraya Duncan.
Estudios previos respaldan su consejo. Hace un par de años, una investigación del Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos llegó a la conclusión que el riesgo de fallecer antes de cumplir 81 años es de un 12,1% si nunca has fumado, de un 16,2% si lo dejaste entre los 30 y los 39, de un 19,7% si el tabaco desapareció de tu vida entre los 40 y los 49, de un 23,9% si sucedió entre los 50 y los 59 y de un 27,9% si ya eras un sesentón cuando tomaste la decisión. Aquellos que aún fuman cumplidos los 75 se llevan la peor parte: un tercio fallece.
Si a la vista de estos datos estás convencido de dejarlo pero aún no sabes cómo, no lo dudes: hazlo de golpe. Según un estudio de la Universidad de Oxford (Reino Unido), del tabaco es mejor despedirse de una vez para siempre. Sus ensayos demuestran que reducir poco a poco, gradualmente, el número de cigarrillos resulta bastante menos efectivo que dejar el hábito de forma brusca.
No obstante, también hay que reconocer que por esta vía tiene más mérito. Sobre todo porque doce horas después de no probar el tabaco, el flujo sanguíneo en el cerebro y el suministro de oxígeno caen un 17%. Por eso los fumadores asiduos experimentan "algo parecido a la demencia en las horas después de quitarse de fumar, una experiencia desagradable y, posiblemente, la razón por la que resulta tan difícil abandonar el tabaquismo", asegura Albert Gjedde, neurocientífico de la Universidad de Copenhague. En ese sentido, "sería más sencillo dejar de fumar gradualmente", contraargumenta Gjedde.
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