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EL COLOR CAMBIA CON LA EDAD, ALIMENTOS Y BEBIDAS

Los dientes amarillos no están menos sanos que los blancos

Aunque una dentadura impoluta pueda parecer más atractiva, lo cierto es que, más allá de la imagen, las manchas o la coloración amarillenta no siempre son sinónimos de falta de salud.

Con la edad, los dientes se vuelven amarillentos porque pierden el esmalte

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La mayoría de las personas no lucen una dentadura absolutamente blanca, como la de muchos actores de Hollywood. Por eso muchas están descontentas con la apariencia de sus dientes y recurren a costosos tratamientos de blanqueamiento para intentar cambiarla. Sin embargo, aunque unos dientes impolutos puedan parecer más estéticos, lo cierto es que la coloración amarillenta y las manchas no tienen por qué ser sinónimos de una mala salud dental.

La tonalidad que adquieren las piezas dentales depende, por una parte, de su color intrínseco, determinado por los genes y la edad. Por otra, influyen factores como el tabaquismo, los alimentos y las bebidas que consumimos y la utilización de ciertos medicamentos.

A medida que envejecemos, los dientes cobran una coloración más amarillenta porque la pérdida de esmalte deja a la vista la dentina, el tejido intermedio subyacente. Asimismo, organismos como bacterias u hongos pueden causar manchas de colores verdosos y grisáceos.

Otros cambios de tonalidad son provocados por ciertos alimentos y bebidas, como las salsas de tomate o el café, que contienen compuestos cromogénicos. Se trata de precursores de pigmentos incoloros que pueden colorearse a través de mecanismos biológicos.

Los autores de un estudio de la Universidad de Nueva York comprobaron el efecto que el té negro, el vino tinto y el blanco tenían en el esmalte de los dientes y, como era de esperar, descubrieron que el vino tinto dejaba un mayor rastro de color en la dentadura. Sin embargo, llegaron también a otra conclusión menos evidente: el té negro sólo dejaba una huella de color si la dentadura había estado expuesta al vino blanco. Parece que los ácidos de la bebida dañan el esmalte, fomentando la posterior tinción.

Pero el cambio de coloración provocada por alimentos o bebidas no es un síntoma de que los dientes estén menos sanos. De hecho, los dientes perlados pueden tener infecciones o cavidades, mientras que puedes tener unos dientes amarillentos perfectamente saludables.

Eso no quiere decir que algunas decoloraciones o cambios de tonalidad no puedan ser síntomas de un problema, por lo que conviene acudir al médico si notamos alguna alteración de este tipo.

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