A DIARIO, DEMASIADO
Dime qué tipo de pelo tienes y te diré cuántas veces debes lavártelo a la semana
No es lo mismo fino que grueso ni liso que rizado, pero lo cierto es que un exceso de higiene capilar puede ser contraproducente si lo que queremos es librarnos de la grasa.
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La pregunta es tan común que el propio Google te la sugiere cuando empiezas a escribir “cada cuánto debes…” en su barra de búsqueda. Todos nos la hemos hecho alguna vez: ¿debo lavarme el pelo a diario? ¿Mejor cada dos días? Y, sobre todo, si tiene tendencia a ponerse grasiento, ¿es porque no me lo lavo suficiente o igual porque me estoy pasando?
Lo cierto es que cada cabello es un mundo, pero los dermatólogos apuntan ciertas claves sobre la frecuencia con la que debemos ponerlo en remojo. Lo primero es comprender cómo se forma esa grasa que queremos combatir. Las glándulas sebáceas de la piel, que se localizan en la dermis, cerca de las raíces del pelo, son las que la expulsan.
Y no es algo negativo, pues ayuda a que el pelo no se seque. Lo que sucede es que cada persona produce una cantidad distinta en función de factores genéticos o incluso de su carga hormonal (por eso durante la pubertad nos sale acné y, por supuesto, el pelo se ensucia más deprisa).
Ducharse a menudo, una o varias veces al día, para deshacerse de ese sebo, puede ser contraproducente: al hacer que el cuero cabelludo se seque, es probable que, al contrario de lo que se pretendía, se produzca una mayor cantidad. Por eso muchos expertos creen que el lavado diario es algo que no muchas personas necesitan.
¿Y cómo puedes saber si tú sí? Pues hay algunas cosas a tener en cuenta. En primer lugar, el tipo de piel. Según la Universidad de Columbia, si tu piel y pelo son normales (ni muy secos ni muy grasos), solo necesitas lavarlo una o dos veces por semana. Si tiende a graso, procura hacerlo algo más.
La textura del cabello también afecta, pues influye en lo rápido que la grasa llega desde la raíz hasta el resto de tu pelo. Si lo tienes grueso o con rizos, según la universidad, puede que solo necesites el champú una vez por semana. Es el cabello fino y liso el que más rápido se pone grasiento y el que requiere un par o más de lavados semanales.
El uso de tintes o tratamientos de belleza también influye, pues produce cierto daño al pelo que hace que debas lavarlo menos veces. En cualquier caso, eres tú quien debe averiguar lo que mejor te funciona: basándote en estos consejos, haz la prueba con distintas frecuencias y descubre cuál es la que más te conviene.
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