SEGÚN UN ESTUDIO RECIENTE
Encuentran químicos cancerígenos en el humo de los cigarros electrónicos
Un equipo de científicos del Instituto de Investigación del Desierto que lleva más de 30 años de estudio sobre la calidad del aire en algunos de los entornos urbanos más contaminados de la Tierra, ha dirigido su atención en esta ocasión hacia la creciente industria del cigarrillo electrónico y los efectos no identificados sobre la salud humana.
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La reciente investigación, publicada en la revista Environmental Science & Technology de la American Chemical Society, informa que los aerosoles (comúnmente llamados vapores) producidos por los cigarrillos electrónicos con sabores contienen peligrosos niveles de sustancias químicas peligrosas conocidas por causar cáncer en los seres humanos.
El estudio confirma que estas sustancias tóxicas, como el formaldehído o metanal (un aldehído altamente volátil y muy inflamable) se forman no por evaporación, sino más bien durante la descomposición química del líquido aromatizado durante el proceso de calentamiento rápido que ocurre dentro de los cigarrillos electrónicos o sistemas electrónicos de entrega de nicotina.
“La forma en que estos compuestos aromatizantes de los líquidos de cigarrillos electrónicos afectan a la composición química y la toxicidad del vapor que producen los cigarrillos electrónicos es prácticamente desconocida. Nuestros resultados muestran que la producción de aldehídos tóxicos depende exponencialmente de la concentración de compuestos aromatizantes”, explica Andrey Khylstov, coautor del trabajo.
Los científicos midieron concentraciones de 12 aldehídos en aerosoles producidos por tres dispositivos comunes de cigarrillos electrónicos. Para determinar si los aditivos aromatizantes afectaban a la producción de aldehído durante el vaciado, probaron cinco líquidos aromatizados en cada dispositivo. Además, también se probaron dos líquidos sin sabor para cigarrillos electrónicos.
“Para verificar el papel específico de los compuestos aromatizantes se fijaron todos los parámetros importantes que podrían afectar a la producción de aldehídos y variaron sólo el tipo y la concentración de los sabores”, aclaró Vera Samburova, coautora de la investigación.
El vapor de cigarrillo electrónico se produjo a partir de cada dispositivo mediante un soplo controlado de cuatro segundos y 40 ml, con períodos de reposo de 30 segundos entre bocanadas. Los dispositivos de cigarrillos electrónicos se manejaron manualmente para replicar las condiciones de la vida real y todas las muestras se recogieron por triplicado para verificar y confirmar los resultados.
En todos los experimentos, la cantidad de aldehídos producidos por los líquidos aromatizados de cigarrillos electrónicos excedió los valores límite acordados en la Conferencia Americana de Higienistas Industriales Gubernamentales para la exposición a productos químicos peligrosos.
Lo cierto es que los cigarrillos electrónicos se comercializan en casi 8.000 sabores diferentes, según un informe de 2014 de la Organización Mundial de la Salud. Informes recientes han demostrado que muchos sabores, como el de gominolas, chicle o Tutti Frutty, son especialmente atractivos para los adolescentes y los adultos jóvenes.
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