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DESORIENTACIÓN Y DUELO HASTA VOLVER A REHACER TU VIDA

Estas son las seis fases que pasarás tras una ruptura amorosa, según los científicos

Como es bien sabido, el azar poco tiene que ver con todo aquello que sentimos. Nuestras reacciones y estados de ánimo son resultado de la química que produce nuestro organismo y tanto cuando nos enamoramos apasionadamente como cuando sufrimos la más dolorosa de las rupturas sentimentales estamos supeditados a unos plazos establecidos por los que todos debemos pasar.

Las fases tras una ruptura amorosa

Las fases tras una ruptura amorosaAgencias

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Para muchas personas una ruptura sentimental puede representar sentir tanto dolor como la pérdida física –fallecimiento- de un ser querido. El que se acabe una relación causa a algunos tanto desasosiego e infelicidad que se sienten morir y están convencidos de que jamás lo podrán superar ni volverán a ser felices nunca más. Pero todo se supera y, además, hay un plazo establecido para ello.

Así lo aseguran las diferentes investigaciones científicas que han podido determinar cuál es el tiempo aproximado que se tarda en sobreponerse y cuáles son las seis fases por las que pasa cualquier persona desde la ruptura hasta rehacer completamente su vida.

Por una lado indican que a lo largo de nuestra vida todas las personas pasamos, como media, por alrededor de cinco rupturas, produciéndose tres de ellas antes de cumplir los 30 años de edad. También se determina que las mujeres son las que sufren más por tras una ruptura, pero que a la hora de superarlo lo hacen más rápidamente que los hombres.

Se establece un baremo de tiempo que, desde la ruptura hasta superarlo totalmente, puede ir entre los seis meses hasta los dos años. Evidentemente varía hacia arriba o hacia abajo según la persona, y teniendo en cuenta algunos importantes factores como pueden ser el tiempo que ha durado la relación o el grado de implicación emocional de cada miembro de la pareja.

Primera fase: desorientación

Inmediatamente tras cualquier ruptura comienza la calificada como ‘Fase de desorientación’, en el que durante los primeros días la autoestima cae estrepitosamente, hay un descenso sustancial de la calidad de vida, se siente apatía, desidia, insomnio, pérdida de apetito y, sobre todo, nulas ganas de hacer prácticamente nada –aumentado el absentismo laboral, universitario, instituto…-. Este periodo puede alargarse, según los casos, hasta un mes.

Segunda fase: duelo

Tras asumir que la ruptura es un hecho viene la ‘Fase de duelo’, la más larga de todas las etapas. Es un periodo en el que todo lo que se hace, dice o lugar donde se va recuerda al ‘ex’ y sólo se encuentra consuelo mirando fotos y recuerdos de los días más felices de la relación.

Durante todo ese tiempo de duelo –que según los casos puede alargarse hasta varios meses- la tristeza suele ser el más común de los estados de ánimo, aunque también es frecuente poderse sentir irascible y con bruscos cambios de humor.

Tercera fase: reflexión

Pero una vez olvidada y superada esa dolorosa etapa llega la ‘Fase de reflexión’, en la que se trata de averiguar qué es lo que se hizo mal para que la relación no acabase funcionando. Cabe destacar que en la mayoría de los casos, tras esa fase de reflexión se llega a la conclusión que el máximo ‘culpable’ de la ruptura fue la expareja.

Cuarta fase: asimilación

La ‘Fase de asimilación’ es, quizás, la más determinante. Dependiendo de lo que se tarde en asimilar que todo se ha acabado y ya no hay vuelta atrás será lo que condicione el tiempo que se tarde en recuperarse totalmente de la ruptura.

Quinta fase: reconstrucción

Según se va asimilando es más fácil y rápido el querer empezar a hacer cosas nuevas, volver a salir, relacionarse con las viejas amistades e incluso hacer nuevas. Ahí es cuando empieza la quinta etapa en la que nuestro corazón roto siente que va recuperándose, ese periodo es conocido como la ‘Fase de reconstrucción’.

Es ese periodo en el que se nota un evidente cambio de actitud pero, sobre todo, físico: se ha perdido peso, cambiado de look, incluso se han hecho evidentes las primeras sesiones de gimnasio tras un largo periodo de letargo en el que apenas se había tenido actividad física.

Sexta fase: rehacer la vida

El tener ganas de arreglarse y volver a salir, relacionarse con otras personas y recuperar el tiempo perdido es lo que nos mete de cabeza en la última etapa, la ‘Fase de rehacer la vida’. Con ella llegan nuevas amistades, propósitos, planes de futuro e incluso las primeras relaciones tras aquella, ya superada, ruptura.

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