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INCÓMODOS AMBIENTES LABORALES

Esto es lo que hace que no seas productivo y tu motivación esté por los suelos

Crees que te ayudan a desahogarte, pero tus constantes quejas y la manía que le tienes a tu jefe y compañeros no te llevan por el buen camino.

No, esa no es la actitud

No, esa no es la actitud Pixabay

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Cada vez más y más investigaciones tratan de encontrar la clave para que nuestra vida laboral sea feliz y, en consecuencia, nuestro esfuerzo y trabajo diario se traduzca en beneficios reales para la empresa. Ahora, un nuevo estudio asegura tener la respuesta, y probablemente te sorprenda saber que gran parte de tu escasa productividad y desmotivación es culpa tuya y de tus compañeros más cercanos.

Tras estudiar los temas y hábitos de conversación de 350 trabajadores, los investigadores de la Universidad de Salford descubrieron que las personas cuyos cotilleos habituales giraban en torno a asuntos relacionados con los jefes y otros compañeros de oficina rendían mucho menos y no eran tan efectivos como aquellas que se dedicaban a hablar sobre su vida personal y amorosa.

La tortura es escucharte

Los hombres y mujeres participantes, trabajadores de 26 empresas de distintos tamaños y sectores, también respondieron a una serie de preguntas sobre sus colegas de profesión. ¿El resultado? La mayoría coincidió en que aquellos que sabían trabajar en equipo y eran menos críticos con la organización y los compañeros les ayudaban a sentirse más motivados.

Tal y como explica el investigador Kirk Chang, experto en recursos humanos y autor principal de la investigación, determinar los factores que hacen que las personas se sientan cansadas y desalentadas con sus obligaciones laborales es importante porque influye en su productividad. “El cinismo es la característica que define a los empleados con una actitud negativa ante la empresa y los altos cargos. Este tipo de trabajadores creen que sus jefes carecen de integridad y se aprovechan de su tiempo y esfuerzo diario. Así, transmiten esa negatividad a sus compañeros, afectando directamente a la calidad y cantidad del trabajo que realizan”, asegura el experto.

En pocas palabras: poner a parir a tus jefes y compañeros está aniquilando tu felicidad como profesional, hace que rindas menos y que te sientas frustrado y desmotivado con lo que haces. La peor actitud, según los investigadores, para tu salud mental y, cómo no, para las cuentas de resultados de la empresa.

Poner a parir se traduce en horas extras, que nadie te paga

Marujea, pero sólo de tu vida

El caso es que parece que no podemos evitarlo. Los resultados señalaron que los trabajadores son ligeramente más propensos a sacar a la palestra cotilleos relacionados con el entorno laboral que con sus vidas personales. Error de cajón, según los expertos, que aseguran que hablar sobre nuestra vida amorosa o familiar nos ayudaría a sentirnos más motivados con nuestras responsabilidades y a hacerlas mejor que si nos pasamos el día quejándonos y odiando a quienes comparten oficina con nosotros.

“Mientras que los chismes relacionados con el trabajo tienen un impacto radical en la motivación y productividad, los que giran en torno a asuntos ajenos generan confianza y fomentan que las relaciones personales sean más estrechas”, asegura Chang, que recomienda a las compañías que organicen más reuniones de equipo “para que los empleados puedan conocerse mejor e intercambiar más confidencias en la oficina”. Parece que esas cenas y eventos deportivos a los que no querrías asistir ni bajo el pretexto de librarte de horas de trabajo podrían ser la solución.

Otro asunto que nos hace improductivamente infelices

“Una vez que se controlan las conversaciones y se sustituye el chisme relacionado con el trabajo por el personal, el cinismo y la falsedad durante la jornada laboral se reducen y mejora la productividad general de los trabajadores y de la empresa”, advierte el profesor.

Pero no sólo eso: de acuerdo con el análisis de los gurús de Salford, hay otro tema de conversación que deberíamos evitar en nuestros entornos profesionales por su alta influencia en la negatividad y la apatía: la política.

Como se suele decir en nuestro país, es en los bares donde se hacen y toman forma nuestras ideologías. Si no quieres acabar en el punto de mira de tus superiores o siendo la comidilla de tus compañeros, sigue el dicho y deja estos asuntos para tus tardes y noches de ocio sentado cerca de una barra. Al menos el camarero no decide sobre tu nómina.

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