RECUPERA LA VITALIDAD

¿Te sientes sin energía? Estos son los hábitos que debes evitar

Todas las tareas que realizamos durante el día consumen parte de la energía de nuestro cuerpo, por ello, debemos evitar que se gaste en hábitos que no son ni necesarios ni productivos. En este vídeo encontrarás las costumbres que más fortaleza nos roban.

Cada día nos despertamos con la energía suficiente para afrontar la jornada. Todo aquello que se realice conlleva un gasto de potencia. Sin embargo, existen algunos hábitos con los que se consume demasiada vitalidad, por lo que deberían evitarse para poder ejecutar las tareas fundamentales. En este vídeo encontrarás las rutinas que hacen que nos cansemos antes de tiempo.

El cuerpo humano necesita energía para ser productivo durante el día. Esta carga se consigue gracias a una buena alimentación y a un descanso óptimo. El organismo utiliza esta fuerza para todo tipo de funciones: caminar, practicar deporte, respirar… y también para tareas como estudiar, pensar o reflexionar. Por ello, no es de extrañar que al final de la jornada se carezca de energía.

Cuando se ingieren alimentos, el cuerpo es el encargado de transformarlos en sustancias nutritivas, proceso que genera la energía. Mientras dormimos también se efectúa una carga, ya que se liberan hormonas que reparan las células, aumentan las defensas y se regulan los niveles de energía. Además, la frecuencia cardíaca, la respiración y la presión arterial suben y bajan, procesos que benefician la salud cardiovascular.

¿Dormir mucho cansa más?

Descansar es un proceso similar a repostar el coche, ya que es necesario para el correcto funcionamiento. Dependiendo de la edad de la persona, los expertos recomiendan dormir periodos distintos. Por ejemplo, un niño en edad escolar debería descansar una media de 9-11 horas de la jornada. En el caso de un individuo joven, su tiempo óptimo es de 8-9 horas diarias.

Sin embargo, en algunas ocasiones, dormir muchas horas aumenta más aún el cansancio. Esto se debe a los periodos de descanso de cada organismo. Si un individuo está acostumbrado a echar una siesta de 30 minutos, pero duerme una de hora y media, el cuerpo experimenta una sensación de fatiga. Por ello, cuando se descansa demasiado se suele estar abatido.

¿Cuándo somos más productivos?

Varios estudios afirman que las primeras horas de la mañana son el mejor momento para aprovechar el rendimiento. Esto se debe a que, en general, es el instante en el que las personas están más descansadas. Además, también es el periodo más creativo.

Sin embargo, no todos los individuos imitan este patrón. La productividad se manifiesta en las personas a diferentes horas del día, ya que no todas se concentran al mismo tiempo ni en el mismo periodo. Por ejemplo, hay estudiantes que prefieren acudir a la biblioteca en horario nocturno, puesto que es su instante de mayor rendimiento.

Para encontrar el momento que más beneficie a la productividad de cada uno se aconseja probar los diferentes horarios. De esta forma, se puede ir descartando aquellos que no favorecen al estudio o al trabajo, y practicar los que beneficien la concentración.

En este vídeo encontrarás los hábitos que más roban la energía del cuerpo. Es recomendable evitar estas prácticas y así preservar la vitalidad para las tareas primordiales.

SEGURO QUE TE INTERESA

Cómo configurar el móvil para poder dormir mejor