Ibuprofeno es la palabra más usada por las personas que piden ayuda antes del suicidio

Nancy Lublin en 2011 era la CEO de DoSomething.org, una organización sin ánimo de lucro que movilizaba a jóvenes voluntarios para causas solidarias reuniendo peticiones de ayuda y mensajes aleccionadores.

Pero se dio cuenta que cada vez llegaban más mensajes pidiendo ayuda, algunos con tintes claramente suicidas, por lo que decidió crear Crisis Text Line, un servicio disponible las 24 horas para ayudar a la gente que envía esas misivas.

No es una “línea del suicidio” oficial, pero si que sirve para aliviar momentáneamente las decisiones que muchos puedan tomar en caliente. O, incluso, avisar a los servicios de emergencia si el riesgo es inminente.

Con el análisis de todos los textos recibidos en estos años, han creado un algoritmo que analiza las posibilidades de que un mensaje entrante es el de una persona que necesita ayuda desesperadamente.

Utilizando inteligencia artificial para rastrear su base de datos hicieron un curioso descubrimiento: era 16 veces más probable que una persona necesitara servicios de emergencia si utilizaba la palabra “ibuprofeno” que si usaba directamente “suicidio”.

Pero no sólo este medicamento estaba presente en los casos más peligrosos, también “tylenol” o “aspirina” indicaba un riesgo más elevado que palabras como “morir” o “sobredosis”, según cuentan en un artículo publicado en la plataforma 'Dose'.

Otro contenido importante en los mensajes era el uso de emojis, especialmente el de la carita triste con una lágrima. Según el estudio de 9.000 palabras, emojis multiplicaba en cuatro las posibilidades de que los supervisores de la web alertaran a los servicios de asistencia que si usaban la palabra “suicidio”.

La CEO de la organización cuenta a 'Mashable' que la inteligencia artificial les ha ayudado a reducir el tiempo de respuesta: han pasado de menos de dos minutos a menos de 39 segundos. Leer el mensaje es importante, pero la ayuda de la tecnología es fundamental para trabajadores de la salud mental e investigadores a la hora de prevenir suicidios.

El aprendizaje automático evita, además, un montón de horas de trabajo escuchando audios o analizando transcripciones de pacientes.

Nancy Lublin afirma que sólo el 1% de los intercambios de texto requieren la intervención de las autoridades, pero en ese caso la rapidez es imprescindible. Aunque hay que tener claro que no todas las personas eligen las palabras más obvias para trasladar sus pensamientos o intenciones de acabar con su vida.

También hay otros datos como la ubicación o las horas, aplicados a Estados Unidos, que pueden ser de interés para los analistas. Porque este no es el único ejemplo de inteligencia artificial aplicada a la prevención del suicidio, ya que Facebook anunció hace poco nuevas herramientas para ayudar a ello