Los plátanos son radiactivos

Con un contador geiger, el aparato que se usa para detectar radiactividad, escuchamos un pitido por cada partícula ionizante que llega. Y pitidos es lo que detectamos, tanto cuando lo acercamos a un kilo de plátanos como cuando lo ponemos junto a una pequeña piedra que contiene uranio.

Es por esto que los defensores de la energía nuclear usan la "dosis equivalente a un plátano" para explicar cómo de importantes son las pequeñas fugas de radiación de las centrales nucleares. Es una forma de tranquilizar a los vecinos empleando una escala que se entiende mejor que los picocurios y los becquerelios.

Los plátanos además liberan un positrón cada 75 minutos. Un positrón es un electrón pero con carga positiva, es decir, ambos forman una pareja materia-antimateria y cuando se encuentran se desintegran liberando energía.

Dicen que los opuestos se atraen, pero además, a veces, se desintegran.