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NO ERAN LO QUE CREÍAN

Más de 30.000 estudios científicos se basan en células erróneas

Un estudio ha identificado numerosas investigaciones que utilizan células mal clasificadas debido a errores que se han perpetuado y acrecentado con el paso de los años.

Los cultivos de células HeLa con estas constituyen el linaje de células humanas más antiguo

Los cultivos de células HeLa con estas constituyen el linaje de células humanas más antiguo Wikimedia Commons

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Células de hígado consideradas como de pulmón o células de ratón que se utilizan como humanas. Estos son algunos de los casos que, según un análisis reciente, han dado lugar a investigaciones biomédicas erróneas que se cuentan por decenas de miles.

El estudio, publicado en 'PLOS ONE', revela que más de 30.000 trabajos científicos podrían albergar errores o llegar a conclusiones equivocadas debido al uso de cultivos de células mal identificadas. Estas forman parte de bibliotecas de cepas celulares que se han ido contaminando y a las que se han añadido líneas erróneamente clasificadas a lo largo de los años, afectando numerosas investigaciones de laboratorio.

“La mayoría de los científicos no publica intencionadamente los hallazgos basados en las células equivocadas”, advierte uno de los autores, el investigador Serge Horbach, de la Universidad de Radboud en los Países Bajos. Junto con sus colegas, ha rastreado los artículos académicos presentes en la base de datos 'Web of Science' en busca de trabajos que utilizasen alguna de las 451 líneas celulares mal clasificadas recogidas en un registro internacional.

Según sus resultados, hay alrededor de 33.000 publicaciones afectadas por estos errores que podrían plasmarse en la literatura científica desde los años '50. Una de las fuentes de contaminación más extendida son las células HeLa, un tipo de cultivo celular muy usado en investigación.

El miedo a la pérdida de reputación o la presión por publicar sus estudios son algunas de las razones por las que algunos científicos, a sabiendas del posible problema, no disponen del dinero o del tiempo suficientes para verificar los cultivos celulares que utilizan. Los autores del trabajo advierten que las investigaciones publicadas con líneas celulares contaminadas deberían indicar los errores potenciales y aconsejar que en futuros trabajos se analice su naturaleza.

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