FIN A LOS EXPERIMENTOS BIOLÓGICOS EN SUELO LUNAR
Mueren los brotes de algodón que plantó la sonda china Chang'e 4 en la Luna
Los científicos responsables de la misión china enviaron seis especies de seres vivos para simular una especie de miniecosistema en el satélite terrestre. El experimento ha terminado porque no contaba con la energía necesaria.
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La sonda china Chang'e 4 no solo ha pasado a la historia por convertirse en la primera nave en posarse suavemente sobre la cara oculta de la Luna (lo hizo el pasado tres de enero), sino que también ha sido pionera en el campo de la biología espacial.
Sus responsables científicos del Instituto Tecnológico de Investigación Avanzada de la Universidad de Chongqing anunciaban esta misma semana que las semillas de algodón que transportaba habían germinado. El acontecimiento supuso todo un hito, pues se trataba de la primera planta nacida en un mundo extraterrestre hasta la fecha.
Lamentablemente, los jóvenes brotes no han podido seguir creciendo. Según ha informado la investigadora Liu Hanlong, el contenedor que los albergaba no tenía baterías para mantener en su interior las condiciones ambientales adecuadas durante la noche lunar, cuando pueden alcanzarse hasta -180 °C, por lo que los organismos se han congelado. Con el aumento de las temperaturas, se descompondrán.
Unos pasajeros muy especiales
La misión Chang'e 4, que incluye un módulo de aterrizaje y un ‘rover’, llevaba consigo un set de experimentación y herramientas tecnológicas para estudiar el terreno lunar en la parte menos conocida del satélite terrestre.
Los ingredientes vivos han viajado a bordo de un recipiente de unos tres kilogramos con agua, suelo y aire en unas condiciones especiales que garantizan su conservación. El contenedor está equipado con un sistema de control para mantenerla a 25 °C, uno de aire acondicionado, dos cámaras y una estructura aislante que lo protege de las duras condiciones de temperatura y radiación del entorno cósmico.
Concretamente, Liu y sus colegas han elegido seis especies vegetales y animales para la misión Chang'e-4. Además de algodón, la sonda ha transportado a la Luna semillas de tomate patata, colza y arabidopsis —una especie muy utilizada en investigación—, huevos de moscas de la fruta y levaduras.
La receta para crear una biosfera en la Luna
Todos estos seres vivos, pertenecientes a diferentes escalones de la cadena trófica, conforman una miniecosistema. Las plantas actuarían como productoras de oxígeno gracias a la fotosíntesis, mientras que las levaduras trabajarían para descomponer la materia muerta de los vegetales e insectos y proveer así de alimento a las moscas.
“Hemos considerado la futura supervivencia en el espacio. Estudiar cómo estas especies crecen en un entorno con poca gravedad nos permite asentar las bases para el establecimiento en el futuro de una base espacial”, ha explicado la científica china. Las patatas podrían servir de fuente de alimento para los astronautas, mientras que podrían usar el algodón para fabricar prendas de ropa y la colza para obtener aceite.
El experimento para estudiar la evolución del pequeño ecosistema comenzó una vez la sonda y el ‘rover’ terminaron las primeras maniobras y comprobaciones necesarias tras el alunizaje en el cráter Von Kármán. Sus responsables contaban con un modelo de control en la Tierra, donde simularon las mismas condiciones para comparar el resultado.
Aunque es la primera vez que se consigue en la Luna, ya se había logrado que unas semillas germinaran en órbita. Los astronautas de la Estación Espacial Internacional han visto crecer desde calabazas a lechugas.
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