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SE SINCRONIZAN CON LA MELODÍA

Las ondas cerebrales también bailan (y las de los músicos lo hacen mejor)

Cuando escuchamos música las ondas eléctricas producidas por el cerebro se sincronizan con la melodía. Sin embargo, si el tempo es muy lento, solo las neuronas de los músicos logran seguir el ritmo.

El cerebro de los músicos reacciona de diferente manera ante las melodíasEl cerebro de los músicos reacciona de diferente manera ante las melodías

El cerebro de los músicos reacciona de diferente manera ante las melodías woodleywonderworks flickr cc

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Tanto si prefieres escuchar las guitarras de la música rock como si eres más de las suaves melodías de los clásicos de Bach, es normal que tus pies no paren de moverse al son de la música o que menees la cabeza casi inconscientemente.

Al mismo tiempo que el cuerpo se contonea, tiene lugar otro baile oculto a los ojos del que no nos percatamos: las ondas eléctricas producidas por ciertas zonas del cerebro se sincronizan con el ritmo de la música. El fenómeno también se da cuando atendemos a las palabras de un interlocutor. Entonces, las señales siguen la cadencia de las sílabas, lo que nos ayuda a entender el mensaje.

Un equipo de científicos ha descubierto recientemente que, en el caso de las melodías, hay personas con más ritmo en lo que al baile mental se refiere. Los investigadores de la Universidad de Nueva York han demostrado que el cerebro de los músicos acopla mejor sus ondas al sonido de los instrumentos.

En su estudio, publicado en PNAS, explican que registraron mediante encefalogramas las ondas cerebrales de músicos con distinto grado experiencia, así como de personas sin conocimientos en este campo, mientras escuchaban canciones.


Las ondas delta y theta tienen gran amplitud y frecuencias por debajo de 7Hz | david murphy flickr cc

El análisis de los datos reveló que, independientemente de si tocaban algún instrumento, las ondas cerebrales de baja frecuencia –conocidas como delta y theta− de todos los voluntarios se sincronizaban con el tempo de la música.

Según los autores, el acople nos ayuda a interpretar la melodía. Las señales eléctricas del cerebro recogen la información musical y la ‘trocean’, dividiéndola en pequeños paquetes asimilables.

Sin embargo, el cerebro de quienes no tienen conocimientos musicales tiene una menor capacidad para sincronizar su actividad con las melodías más lentas, aquellas con una velocidad menor de una nota por segundo. Algunos de los participantes llegaban a afirmar que no podían seguir unos ritmos tan pausados.

“Los datos indican que el entrenamiento musical mejora la sincronización”, aseguran los científicos. Y esto ocurre en cualquier tipo de música. La razón, indican, es que los músicos están más familiarizados con los tempos lentos debido al aprendizaje y práctica que han experimentado en su carrera.


Aprender música ayuda a los niños con dificultades en la lectura y el lenguaje | woodleywonderworks flickr cc

Una de las teorías que sugieren para respaldar sus hallazgos es que escuchar y tocar música les ha permitido conocer la forma en que los compositores estructuran las piezas, y su cerebro es capaz, por tanto, de interpretar mejor las melodías.

El proceso para descifrar un mensaje dicho en voz alta se parece bastante. También requiere la sincronización de las ondas, una capacidad que puede verse mermada en algunas ocasiones, como en el caso de las personas disléxicas.

Los circuitos cerebrales que controlan el discurso y la interpretación de las melodías tienen patrones en común, por lo que el entrenamiento musical podría ayudar a los niños con trastornos del lenguaje. El mismo equipo que ha realizado este estudio demostró que, efectivamente, aprender ritmo y música mejora las habilidades de chicos con problemas de lectura.

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