PARA QUE NO FALLES ESTE VERANO
¿Por qué no se caen los castillos de arena?
El secreto no es la arena, sino el agua: ella hace de 'pegamento'... si no nos pasamos.
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El agua es pegajosa. Es un concepto curioso teniendo en cuenta que cuando nos lavamos las manos porque están pegajosas lo hacemos precisamente con agua. Sin embargo, el agua es pegajosa a nivel molecular debido a una fuerza que se llama “tensión superficial”.
A la tensión superficial la vemos actuar todos los días, por ejemplo en las gotitas que se forman en las hojas cuando llueve o en esos insectos conocidos como “zapateros” que caminan por la superficie del agua. Gracias a la tensión superficial puedo meter, por ejemplo, un montón de gotas de agua en una moneda
Hacer un castillo de arena seca es imposible, pero si le añades agua ésta se colará por los microsurcos que hay entre los granos rodeándolos, de forma que la tensión superficial entonces se encargará de unirlos.
Los estudios más serios al respecto dicen que la mezcla perfecta tiene que tener tan sólo un 1% de agua, porque menos no humedecerá la arena completamente y más hará que el castillo se desmorone fácilmente.
Por último, es importante ir compactando la arena según vamos avanzando en nuestra construcción, para evitar que entre aire y se evapore el agua, perdiendo toda la fuerza de la tensión superficial y derrumbándose… bueno, eso si no lo hace antes una excavadora.
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