SABLES LÁSER, ALIENÍGENAS Y MALVADOS ROBOTS
Lo que la ciencia podría decir sobre 'La guerra de las galaxias'
Muchos hemos crecido con las aventuras de una saga inolvidable que ahora, décadas después de su trilogía original, vuelve a los cines con la producción de las otras dos trilogías que completan la historia. Ahora bien, más allá de la ciencia ficción... ¿qué hay de ciencia en esta ficción?
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Si hay un malo, ese es Darth Vader. El original, sobrio, siniestro, impenetrable, robótico, poderoso. Así lo entendieron y explotaron los creadores del original fenómeno cinematográfico cuando decidieron hace unos años retomar las aventuras que marcaron a una generación y, yendo al principio, hacer de él el personaje central. Aunque fuera malo, así de bueno es.
Pero qué de toda esa historia podría ser real es otro tema. En principio, la argumentación es la de toda novela artúrica o caballeresca, y la construcción histórica del paso de un senado republicano a un imperio temible es la misma que la de la Antigua Roma. Pero no sólo eso es verosímil.
Por ejemplo hay un pasaje con Anakin Skywalker en la primera película de todas, siendo aún niño, cuando Padme Amidala, que le saca unos cuantos años pero acabaría siendo la madre de sus hijos, le cubre con una manta al emprender un viaje espacial. "El universo es frío", le dice. Efectivamente, suele serlo, más de cien grados bajo cero. Salvo, claro, estés de cara a una estrella y 'relativamente' cerca, con lo que la temperatura puede ser de más de cien grados en segundos a una distancia como la que tenemos nosotros respecto a nuestro sol. Todo dependerá, pues, de la intensidad de la estrella y la distancia, pero salvo eso, por lo general, el universo es efectivamente frío.
Ese inocente niño que entonces viaja acurrucado hacia la ciudad donde se convertirá en un jedi (y después en un sith), acaba siendo derrotado y mutilado por su propio maestro (aunque la verdad es que se lo había ganado). Por suerte para él y desgracia para el resto de la galaxia, le recogen y 'recomponen' con piezas robóticas, convirtiéndose en ese icónoco guerrero negro que sólo se quitará la máscara muchos años después para descubrirse ante su hijo.
Si bien esto no es posible tal cual, la medicina actual cada vez usa más artefactos tecnológicos para completar funciones que nuestro cuerpo ya no puede hacer. Desde válvulas y marcapasos hasta máquinas respiratorias o sensores diversos. Yendo a algo más avanzado, se experimenta con extremidades robóticas y exoesqueletos capaces de hacernos más fuertes y resistentes. Y todo eso existe ya en fase de desarrollo, así que Darth Vader no, pero quizá en unos años...
Hay que decir que otra cosa es que alguien pudiera sobrevivir a unas heridas como las que Obi Wan Kenobi inflige a Anakin Skywalker. Cabe pensar que la espada láser, además de cortar cauteriza, como los bisturís eléctricos actuales, pero a lo bestia. Si no, de qué.
Ah, la espada láser, ¿quién no ha soñado alguna vez con tener una? Eso parece de lo más inverosímil de la saga, pero no lo es. De hecho, por accidente, investigadores del MIT consiguieron dar el primer paso a algo similar a controlar el láser y evitar que se expanda, concentrando su intensidad y dándole 'solidez'. No es una espada láser, pero es un paso.
Algo más complicado sería montar toda una Estrella de la Muerte. No es nuevo que podamos construir cosas en el espacio, como la malograda MIR o la actual Estación Espacial Internacional. Dotarla de defensas de láser, con una tripulación de centenares de miles de personas, que genere sus propios campos gravitatorios dirigidos a naves que se aproximen o que pueda desplazarse por el hiperespacio (sea lo que sea lo que sea eso) y destruir planetas... un poco más complicado.
Complicado es también lo de los robots con inteligencia artificial que forman ejércitos y casi hasta civilizaciones, que se alían con federaciones del comercio y sirven de contrapoder. Eso, de momento, no. Que vale que tenemos robots cada vez más inteligentes, que ya existe un embrión de SkyNet y todas esas cosas... pero de R2D2 y C3P0 y similares, nada de nada.
El último punto complicado de la saga galáctica es lo de tener conexión streaming intergaláctica. Si en la Tierra se nos caen los streamings cada dos por tres, la cobertura 3G es ciencia ficción en muchas áreas rurales y a duras penas conseguimos comunicarnos con objetos recién salidos de nuestro sistema, imagina lo que sería una videoconferencia con planetas de otra galaxia. Vale, que ya hay internet en la Luna. Pero de esto otro igual en un futuro, pero ahora como que no.
Ahora ya pasamos a las cosas que no existen, al menos de momento. Por ejemplo, viajar a la velocidad de la luz por que, básicamente, para hacerlo tendríamos que convertirnos en luz. Y si eso ya es complicado, imagínate cómo será lo de hacer el camino de vuelta. Tampoco es muy verosímil eso de tener 'fuerza', entendida como control mental, mover objetos y dar saltos propios de otras especies (como el gato, capaz de saltar en vertical varias veces lo que mide). Y nada de 'desvanecerse' a lo Obi Wan Kenobi para unirse a la fuerza, o 'aparecerse' junto a tus seres queridos una vez muerto.
Y claro, luego está el punto de descubrir nuevas especies en otros planetas, para lo cual habría que poder llegar a ellos. En eso ya invierte presupuesto la NASA. Igual cuando lo consigan se puede revisar este listado...
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