Por qué siempre respiras mejor por un orificio de la nariz que por el otro (aunque no lo notes)

Seguro que lo has notado cuando estás congestionado. Tienes un orificio de la nariz más taponado que otro; sin embargo, es algo que te ocurre siempre. Según investigaciones de la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, nuestras fosas nasales se taponan y destaponan alternativamente varias veces al día como parte del funcionamiento natural de nuestro cuerpo. Así, aunque no lo notemos, nuestros orificios nasales se turnan en ciclos de 3 a 6 horas para aumentar su flujo sanguíneo y permanecer ligeramente congestionados temporalmente.

Según los expertos, una de las razones de que ocurra esto diariamente en nuestro organismo es que mejora nuestro olfato.

Algunos olores se captan mejor cuando entran más rápidamente en la nariz, mientras que otros necesitan más tiempo y una ligera congestión nos permite apreciarlos mejor.

De este modo, el hecho de que haya un orificio más tapado que otro permitirá que seamos capaces de percibir todos los olores.

Aunque no es el único motivo. Este ciclo nasal también protege nuestros orificios. Al turnarse permitirá que cada cierto tiempo un lado de la nariz esté más protegido que otro de los agentes externos.

Así se evitará, por ejemplo, que una corriente constante de aire fuerte en nuestras fosas reseque su interior o perjudique al fino vello nasal.

Ahora bien, esta sensación aumenta con el frío y, aunque se vuelve muy incómoda, no debes olvidar que nos permite oler mejor y nos mantiene protegidos de cualquier ataque que perjudique nuestras fosas nasales.