LA REGULACIÓN DE LA SED
¿Por qué te sientes bien inmediatamente cuando tienes sed y bebes un vaso de agua?
De repente, te entra sed y bebes agua. Un momento después de ingerirla te sientes mejor. ¿Qué hay detrás de esa sensación? ¿Qué pasa en nuestro cerebro para sentirnos saciados tan rápido?
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El agua es el principal componente del cuerpo humano, por lo que la hidratación continua es una de nuestras principales labores vitales. El alivio y la sensación de refresco que sentimos son cosas que pasan 'ipso facto', una satisfacción que realmente se ve reflejada en nuestro torrente sanguíneo unos diez minutos después de que el agua llegue a nuestro estómago .
Cuando necesitamos líquidos, las neuronas envían el mensaje de que toca beber y los neurocientíficos llevan un tiempo reflexionando por qué y, sobre todo, cómo nos sentimos cuando estamos sedientos. Y ahí está la clave.
Un equipo del Instituto de Tecnología de California han analizado el proceso del control que lleva el cerebro de lo que bebemos y ha identificado un grupo de neuronas encargadas de recibir información a medida que bebemos agua. Las conclusiones de sus hallazgos las han publicado en 'Nature' y en ellas sugieren que los mensajes neuronales no sólo incluyen información de estar saciado, sino de cómo se absorbe, según un experimento con ratones genéticamente modificados.
Después de mapear las neuronas de los roedores, advirtieron que las células de la región que controla la sed se quedaban paradas pero no sabía por qué. Descubrieron que las responsables de decirle a otras células que el animal estaba bebiendo se encontraban en la región llamada núcleo preóptico medio.
Para comprobar el funcionamiento “apagaron” mediante modificaciones genéticas estas células en algunos ratones y comprobaron que llegaron a beber el doble que los ratones normales.
También experimentaron con el polo opuesto, es decir, activar artificialmente estas células, pero incluso en este caso los ratones deshidratados no experimentaron sed, por lo que la complejidad del asunto parece mucho mayor.
Los autores del estudio afirman que las células no responden a la presencia de agua, porque administrando a los animales agua en forma de gel o en pequeños sorbos no activó igual que al beber de forma continua. De hecho, al darle aceite a los ratones para que bebieran tuvo el mismo efecto en las neuronas que el trago de agua, por lo que estas probablemente respondan a la velocidad con la que se bebe.
Beber el agua adecuada es fundamental, porque el exceso de ingesta en las personas que no pueden parar de beber (polidipsia) puede llegar a ser mortal, ya que la sangre se puede diluir demasiado.
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