BASTA YA DE MARMOTISMO
Los seis grandes peligros de dormir demasiado
Disfrutar de unas sesiones de sueño descontroladas puede dañar tu figura, hacer envejecer tu cerebro e incluso provocarte diabetes. Levántate y anda, y deja de retrasar la alarma de una vez por todas.
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Dormir o comer son dos funciones básicas inherentes al ser humano y necesarias para su supervivencia, y, en ambos casos, tanto el abuso como la escasez de estos hábitos puede ser perjudicial para nuestra salud.
Puede que te encante retozar en la cama y alargar esos “cinco minutitos más” hasta sobrepasar la siguiente franja horaria, pero cuando conozcas las posibles consecuencias de tu ‘marmotismo’ desmedido, te lo pensarás dos veces antes de sobrepasar las ocho horas de sueño recomendadas.
1. Daña tu corazón
Dato que no deberías pasar por alto: las enfermedades cardiovasculares, como el infarto o la angina de pecho, son la principal causa de muerte en España. ¿Y si ahora te dijésemos que dormir más de ocho horas por noche aumenta las probabilidades de morir por culpa de algún problema de corazón en un 34%?
Igual te lo empiezas a pensar la próxima vez que decidas hacerte un ovillo en la cama hasta la hora de comer…
2. Engorda
Sí amigos. Cierto que, si lo hacemos bien, es posible adelgazar durmiendo, pero como nos pasemos de la raya la grasa se hará tan fuerte en nuestro abdomen, glúteos y piernas como la adherencia irrefrenable que nuestra piel parece haber desarrollado al nórdico.
Tal y como demostró un estudio de la Universidad de Laval en Quebec, las personas que durmieron nueve horas o más durante seis años tenían un 25% más de probabilidades de engordar cinco kilos –hiciesen el ejercicio que hiciesen e incluso manteniendo una dieta equilibrada– que aquellas que durmieron lo justo.
3. Desarrollar diabetes
El exceso de sueño se traduce en sedentarismo y la aparición del temido sobrepeso. Mal. Esto aumenta nuestros niveles de azúcar en sangre y puede desembocar en una inesperada diabetes tipo 2.
No obstante, debemos ser justos: la escasez de descanso tiene unos efectos similares. No bajes de siete horas ni te excedas de las ocho y procura siempre disfrutar de un sueño verdaderamente reparador.
4. Cambios de humor (e incluso depresión)
¿Nunca te ha pasado que te despiertas de una larga siesta con un humor de perros como si tuvieses un enfado supremo con la humanidad? Pasar demasiado tiempo en la cama nos deja desorientados y agotados, lo que se traduce en que estemos más irascibles de lo normal.
Los expertos advierten que en casos extremos este estado de ‘bajón’ puede derivar en una desconexión con la realidad e incluso depresión. No es por alarmarte, pero las personas que sufren ciertos tipos de depresión duermen más horas de lo normal, y abusar de largas sesiones de sueño pueden empeorar su estado. Quizás ‘lo veas todo negro’ porque te pasas demasiadas horas con los ojos cerrados, amigo.
5. Falta de concentración
Si sobrepasamos la barrera de las nueve horas, nuestro cerebro se encuentra aletargado hasta tal punto que puede hacernos ver borroso. En tal caso, está claro que nos hemos pasado. Por una vez no tenemos por qué alarmarnos, pero lo hacemos muy a menudo debemos tener en cuenta que, según una investigación publicada en el 'Journal of the American Geriatrics Society', dormir demasiado puede hacer que nuestro cerebro envejezca dos años más.
Ya sabes, no sólo te va a costar concentrarte, también coordinarte y llevar a cabo tus funciones básicas.
6. Riesgo de muerte prematura
Tampoco es que los fabricantes de colchones tengan que poner en sus productos una advertencia similar a la del tabaco con algo así como “dormir mata”, pero lo cierto es que diferentes macroestudios epidemiológicos han demostrado que las personas que duermen demasiado son más propensas a fallecer antes de tiempo.
Al parecer, la razón podría explicarse en algunos de los riesgos derivados que venimos comentando como el sobrepeso, las enfermedades de corazón o la diabetes, directamente relacionados con el exceso (o la escasez) de sueño. Mide y vencerás.
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