LONGEVIDAD ANIMAL
Un año de vida de un perro no equivale a siete de un humano: la verdad sobre cómo calcular la edad de tu mascota
Los estudiosos dividen la vida de perros y gatos en etapas de desarrollo, una aproximación más útil que considerar solo un número. Aunque no puede establecerse una correspondencia exacta entre la edad de estos animales y la de las personas, sí pueden hacerse equivalencias que varían con el paso de los años.
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A las personas nos gusta, por lo general, atribuir rasgos humanos a los animales, sobre todo cuando hablamos de mascotas. Pensamos que deben tener la misma empatía que nosotros, que se sienten culpables cuando les reñimos y que tienen una edad equiparable la nuestra.
A la hora de determinar si perros, gatos y otros compañeros peludos son jóvenes o viejos, existe un mito que seguramente hayas escuchado (si no eres de los que lo promulgan): la creencia de que siete años caninos o felinos equivalen a uno humano. En realidad, la afirmación tiene cierto fundamento.
Se ha observado que la vida de un perro dura de media entre una y siete veces menos que la de su dueño, de ahí la simplificación. Sin embargo, esta idea no tiene mucho sentido. La longevidad no solo varía entre perros y gatos, sino también entre ejemplares de la misma especie. Esta tiende a ser mayor en los animales de mayor tamaño, por eso no envejecen de igual manera un caniche que un gran danés.
Estimar la edad de tu mascota, un cálculo necesario para los veterinarios, es un poco más complejo que hacer una simple cuenta. En general, los expertos en salud animal dividen el ciclo vital de perros y gatos en seis etapas de desarrollo —resulta mucho más útil que asignar un solo número—que van de la fase de cría a la geriátrica, aunque su evolución varía entre canes y felinos.
Una vida de perros
Los veterinarios dividen la vida de un perro de tamaño medio en seis fases: la de cachorro (que dura medio año, hasta la madurez sexual), la etapa junior, la edad adulta, la madurez, la etapa sénior y la geriátrica. Aun así, factores como la raza, la talla o la nutrición afectan a la longevidad de los canes y pueden contribuir a mermar o alargar su esperanza de vida.
En función de este ciclo de desarrollo es posible establecer una relación entre la edad canina y la humana, aunque no puede hacerse una equivalencia exacta que sea aplicable siempre. Mientras que el primer año de un perro puede asemejarse a los primeros 15 de una persona, el segundo equivale a unos 24 años humanos. Sin embargo, a partir de los tres, cada año canino extra equivale a unos cuatro humanos.
La diferencia entre los dos primeros años de los perros —comprenden desde su fase de cachorro hasta la adulta— y los siguientes de su vida es que al inicio estos animales se desarrollan mucho más rápido que las personas. En solo seis meses tras su nacimiento están listos para reproducirse.
Por los gatitos también pasan los años
También la vida felina se divide en seis etapas, desde que son crías hasta la vejez, pasando por las fases junior, inicial, de madurez y sénior. Como en el caso de los gatos no existe tanta variación de tamaño entre razas, este factor introduce grandes diferencias de longevidad entre los mininos.
A la hora de establecer equivalencias con la edad humana, los números se parecen bastante a los de los canes. El primer año de vida de un gatito puede asemejarse a los doce iniciales de una persona y el segundo a unos 24. Entre los tres y los cinco la equivalencia funciona igual que en los perros, pero a partir de entonces los mininos envejecen un poco más rápido.
Para los veterinarios, saber en qué etapa vital se encuentra nuestra mascota es indispensable para elegir el tipo de pruebas o tratamientos que deben recibir, así como las posibles enfermedades que pueden afectarle. Ahora bien, que a ellos no les interese demasiado la edad exacta de tu amigo canino o felino no significa que no puedas seguir celebrando su aniversario año tras año.
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