DEL PENE AL ESTÓMAGO
Siete órganos sin los que podrías seguir viviendo
Existe una creencia por la cual podríamos vivir únicamente sin uno del par de órganos gemelos (riñón, pulmón, etcétera). Y no es solo así. Una persona podría sobrevivir sin otras partes de nuestra anatomía, como el estómago, por ejemplo.
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Ciertas partes internas del cuerpo parecen ser indispensables para la supervivencia humana, pero no lo son. No hablamos de órganos vitales, como el corazón o el cerebro. Ni tampoco de pares externos de nuestra anatomía, como ojos, piernas, brazos, etcétera, que pueden sufrir una amputación accidental o médica.
Existen órganos que podríamos creer fundamentales para una vida digna sin que nuestro cuerpo permanezca conectado a una máquina de reanimación. Sin embargo, en realidad, no lo son, medicamente hablando.
Del pene al estómago, la revista Medical Daily realizó un listado de aquéllos sin los cuales también podríamos seguir viviendo.
Sin un pulmón
Podría parecer que perder un pulmón limitaría nuestra capacidad de respirar el oxígeno necesario. No obstante, una persona con un pulmón extirpado quirúrgicamente mantiene del 70 y al 80% de su función respiratoria.
El otro pulmón se entrenaría para compensar la falta de su otro compañero hasta poder incluso realizar una actividad cotidiana y, en casos excepcionales, ejercicio.
Ojo, este vacío conlleva, a menudo, un efecto secundario en nuestra anatomía. Los pechos se derrumban un poco, y el corazón y el hígado se mueven hacia ese hueco, lo que causa que se nos desvíe la columna hasta causar problemas respiratorios.
Sin un riñón
Perder uno de los dos órganos que filtran nuestra sangre (por donación o patología), es habitual en muchos pacientes desde hace décadas.
Vivir con un solo riñón es posible aunque con ciertos riesgos en la función renal. Un riñón sano puede funcionar tan bien como dos.
Sin el estómago
Algunos estudios aseguran que el estómago no es indispensable para alimentarnos.
Existen técnicas que conectarían la garganta directamente con el intestino delgado.
El paciente se recuperaría con una dieta de porciones más pequeñas y suplementos vitamínicos.
Sin el colon
Cuando un enfermo pierde el colon (intestino grueso), puede necesitar el uso de una bolsa exterior para recoger las heces.
Dado que la materia fecal no puede moverse hacia el ano, la cirugía crea una nueva abertura en el abdomen para dicho repositorio fecal.
Sin el pene
La falta de los órganos reproductores no impide llevar una vida normal, pero sujeta a ciertas limitaciones sexuales. Por ejemplo, muchos enfermos de cáncer pueden necesitar que se les extirpe sus testículos (hombres) o su útero (mujeres).
La literatura clínica también nos muestra casos excepcionales de personas que han nacido sin pene o sin útero.
Sin el tiroides
La glándula tiroides regula el crecimiento, el metabolismo y otras funciones. Los enfermos pueden recibir un tratamiento de hormonas tiroideas, en el caso de que la glándula o parte de ella haya sido extirpada.
Sin el bazo
Una lesión en el bazo, normalmente, supone perderlo mediante operación quirúrgica. Algunos médicos indican que otros órganos pueden realizar sus funciones. Sin embargo, existe un riesgo.
El bazo nos protege contra las infecciones y su falta haría que la enfermedad llegara antes a nuestro cuerpo. Es aquí donde entran en juego, dicen los médicos, las vacunas.
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