UN ESTUDIO DE LA UNIVERSIDAD DE CALIFORNIA DESVELA EL PORQUÉ
No son cosas tuyas: por qué todas tus exparejas se parecen tanto
Las exparejas de una misma persona tienen características en común, tanto físicas como relacionadas con su inteligencia o sus creencias. Lo sugiere un reciente estudio, que aclara que la decisión no la tomamos nosotros: el entorno y el atractivo propio determinan cuál es nuestro ‘tipo’.
Publicidad
Si alguna vez has tenido la impresión de que todos tus exnovios o compañeros de relaciones esporádicas tenían cosas en común, si crees seguir algún tipo de norma no escrita a la hora de elegir a tus parejas o si intuyes que sueles sentirte atraído por un mismo perfil, no te equivocas. Sin embargo, puedes estar tranquilo, porque no es culpa tuya.
“¿Las personas tienen un tipo? Sí”,reflexiona Paul Eastwick, psicólogo e investigador de la Universidad de California. “Pero algunas veces refleja tu propio atractivo y otras veces depende del sitio donde vives”, aclara Eastwick, autor principal de un estudio publicado recientemente en ‘Journal of Personality and Social Psychology’ que sugiere que nuestras citas tienen rasgos parecidos, tanto externos como de personalidad, pero no porque lo elijamos conscientemente.
En el caso de las cualidades observables a simple vista, como la belleza, el físico o “la masculinidad”, las similitudes se deben a que las personas atractivas seducen a otras personas atractivas, según Eastwick y sus colegas. Sin embargo, para aquellas características que varían en función del lugar de residencia habitual (como las que tienen que ver con los estudios o la religión), las semejanzas se explican porque aquellos individuos con cierto nivel de educación o que comparten creencias suelen coincidir en el espacio.
Para sacar estas conclusiones, los expertos llevaron a cabo una investigación dividida en tres estudios ligeramente distintas. Se han basado en criterios psicológicos y sociológicos para evaluar las diferencias entre las diversas exparejas de una persona. En conjunto, han analizado los rasgos de los integrantes de más de un millar de relaciones heterosexuales, una información que los participantes dieron voluntariamente a través de entrevistas a través de redes sociales y entrevistas personales realizadas antes del 2014.
A diferencia de otros trabajos en la materia, que suelen comparar una pareja estable con anteriores compañeros sentimentales, este estudio ha analizado el comportamiento de los participantes durante un periodo de tiempo.
Parecidos razonables
En la primera parte del trabajo, los investigadores confirmaron por ellos mismos que, efectivamente, las exparejas de los voluntarios tenían rasgos físicos muy parecidos. La coincidencia se producía incluso cuando se trataba de relaciones esporádicas, probablemente porque tenemos “dificultades para diferenciar entre parejas casuales y las que ofrecen un compromiso a largo plazo” en el proceso de selección, según los autores.
Mientras que la inteligencia o el nivel de estudios también tenían cierta importancia a la hora de encontrar a alguien más o menos atrayente, estos factores solían estar relacionados con el lugar donde las personas habían ido al colegio o el campo al que se dedicaban profesionalmente.
En un segundo estudio, los expertos analizaron las características de las exparejas de cientos de jóvenes de diferentes institutos estadounidenses en relación a su educación, religión e inteligencia. Aunque los ex de una persona en concreto tendían a parecerse mucho en estos aspectos, el fenómeno no tenía que ver con que buscaran ciertas características en los otros. La clave está en el entorno en el que vivimos.
Así, cuando nos movemos en un círculo de personas con las que nos relacionamos normalmente, es fácil que estas tengan cosas en común, ya sea en el plano profesional o de estudios. “Dentro del contexto de su instituto local, los individuos no tenían ni más ni menos probabilidades de elegir parejas con más educación, más inteligentes o religiosas”, señala la investigación.
Ya hablemos del atractivo físico o de la inteligencia, los autores sugieren que las posibles semejanzas entre tus ex no se deben a que solo te fijes en un cierto tipo de personas: es más una cuestión de coincidencia.
Publicidad